La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse
de pie y a andar. Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire, y notas que no
estás solo a pesar de estar en el desierto. Cuando miras al cielo y ves las
estrellas que dominan el firmamento, y comprendes que no estás solo, comprendes
que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.
La vida
tiene sentido cuando andas, cuando evolucionas, y no dejas tras de ti amargura.
Cuando tras de ti has dejado amigos y hermanos, cuando has dejado un grato
recuerdo en todo aquel que te ha conocido, es cuando la vida tiene
sentido.
Si tras de ti has dejado odio, ésas serán las raíces que darán
en el futuro frutos amargos; si la planta que crece tiene raíces de amor, los
frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.
Apoya tu
mano sobre el hombro de aquellos que andan contigo, porque si te sientes débil
ellos te reconfortarán y si te sientes fuerte andarás más de prisa.
No
te ates a las alabanzas. El que te quiere no te alaba, te apoya sin palabras.
Sabrás quién es el que te quiere cuando te veas reflejado en él.
Busca tu
gloria, en la gloria de los demás, y los demás buscarán su gloria en ti. Si
hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero no hables con orgullo,
porque hacerlo es hablar con falsedad.
Usa todo lo que la naturaleza pone
a tu alcance. No malgastes tu tiempo. Tienes poco tiempo; justo el que estás
disfrutando ahora. Trata de conocerte. No te mal utilices. Busca dentro de ti la
solución a tus problemas.
Si tienes que atarte, átate a ti mismo. No
culpes a los demás de tus propios errores. Sé tu propio juez; pero un juez
justo. Si andas por un bosque ten cuidado, porque habrá ramas bajas, te puedes
golpear contra esas ramas. No es necesario que las cortes, simplemente agáchate
un poco para volver a levantarte inmediatamente, la rama quedará frustrada en su
intento de dañarte.
No pronuncies la palabra imposible!, porque todo es
posible dentro de ti si vas dirigido positivamente, si vas dirigido
negativamente, poco a poco te irás hundiendo; conseguirás tal vez logros
parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo. Si vas positivamente, quizás
los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.
Sólo pasa
hambre el que no sabe que tiene dos manos. Si alimentas tu cuerpo para que te
sirva, debes también alimentar tu alma, para que también te sirva. Un alma poco
alimentada es un alma débil, sin fuerza. Un alma bien alimentada es un alma que
genera energía, que contagia, que anima. Cuida bien todas aquellas cosas que
afectan la evolución de tu alma. Nunca hables con miedo, porque las palabras se
volverán contra ti. Si tienes miedo no hables, porque el miedo es también
contagioso.
Habla mirando a los ojos, transmite tu fuerza en tu mirada.
Si quieres saber cómo es Dios, mira volar un ave, mira crecer una flor, mira a
los astros moverse, y verás que en ellos se expresa la perfección.
a-d