LAS HUELLAS DEL MAESTRO
Es muy interesante ver y estudiar las marcas y las huellas en los campos llenos
de nieve recién caída. Con las grandes nevadas Dios nos ofrece una
página en blanco sobre la que se puede imprimir infinidad de caracteres,
formas, rastro, huellas, etc. etc., los cuales se pueden borrar
fácilmente, pero cuando uno contempla esas huellas delatan a esas
criaturas como si uno los hubiera visto pasar. Cada criatura deja una
huella diferente, por la cual puede ser identificado.
Hay
una anécdota muy tierna y amorosa de una persona y Jesús que
recorrieron juntos un camino, y al final, cuando la persona miró atrás
le pregunta a Jesús: ¿Señor, cómo es posible que solo se vean unas
huellas en algunos tramos, que paso con las otras? ¿Dónde estabas tú?
Hijo -le respondió el Señor-, cuando aparecían unas solamente, eran las
mías, porque yo te llevaba en mis hombros.
La
huella de Jesús nunca se borró ni se borrará; ahí está para seguirla.
La noche que los ángeles y los pastores anunciaron su nacimiento en el
pesebre comenzó la huella de Jesús en su vida terrenal.
Jesús
es eterno, por tanto su huella esta desde la eternidad, cuando estaba
con el Padre. Él fue el creador de todas las cosas, por tanto su huella
esta en el universo, en el mar, la tierra, la luna, las estrellas, en
todo el firmamento, y, por supuesto, en el hombre. Su mano lo creó todo,
por lo tanto su huella quedo grabada.
Hay
criaturas que desaparecieron para siempre pero sus huellas fosilizadas
en la arena, que luego se hizo roca, permanecen como pruebas de su vida
sobre la tierra.
La huella física de Jesús en el mundo terminó con su ascensión a los cielos, pero su
huella espiritual se ha plasmado en los millones de hombres y mujeres que sobre la tierra han seguido sus huellas.
Hace
más de dos mil años que vamos tras sus huellas y como en la persona en
la anécdota, siempre prevalecen las huellas de Jesús al caminar. Si de
algo a servido nuestra huella en el mundo, es porque, muchas veces, se
vieron las huellas de Jesús en nuestro lugar. Cuando caminas con Cristo
tu andar cristiano testificará de ti. Deja que Jesús te tome de la mano
para que camines con Él en el camino de tu existencia; deja que limpie
el camino delante de ti y que te capacite
para conservar lo limpio y dejar huellas claras y nítidas para que
otros puedan andar en tus pisadas.
Mery Guevara
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