Ayer conversaba con
una persona que me
externaba su dolor, pues
está pasando por un proceso
de separación donde hay
un niño que, aunque no
es su hijo biológico,
lo ve como su padre. Me comentaba
lo triste y fatigado que se
encontraba y que no comprendía
cómo la madre del niño
tenía actitudes de desprecio
y le decía cosas no muy
adecuadas al niño.
En
medio de esta difícil
situación le pregunté
si deseaba seguir
viendo al niño y me
respondió que era lo
que más anhelaba y de
hecho lo está haciendo
pero como es de suponer, en
el proceso sale lastimado cada
vez que despide del niño
o cuando hay altercados con
la madre.
Entre
todas las cosas que
pude haberle comentado
lo que le dije fue...
"estás haciendo lo
correcto pues el niño
te necesita. Decidiste luchar
para estar con él, decidiste
embarcarte en una batalla que
es apenas parte de una guerra
y siempre, las guerras son difíciles.
Apenas
puedo imaginar lo que
es levantarse para
saber que hay que ir a
pelear con la vida misma para
defender lo que se ama. Así
que decidiste luchar, ahora
lucha enfrentando todas las
situaciones con esperanza y
fe. Tienes una meta, y hay que
luchar y probablemente salir
herido en el proceso.".
Cuando
él se fue me puse a
pensar en todas las
veces que nos desilusionamos
y dejamos de luchar, y olvidamos
que perseverando es la única
forma de alcanzar las metas
y los objetivos. Fe y esperanza
deben ser los motores de
nuestra vida, pues si
esperamos aprobación y
felicitación simplemente
quedaremos aún más
tristes y desilusionados.
No
sé por lo que estés
pasando, pero si
tomaste una decisión,
debes luchar y pelear
cada momento de tu
vida para encontrar que solo
al final del camino se encuentra
la recompensa.
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