LA PALABRA DIARIA
Lunes
12 de septiembre del 2011
Bendecir a los niños
Bendigo a los niños con mis pensamientos y oraciones.
A medida que los niños regresan a la escuela,
los bendigo y oro porque tengan una experiencia
positiva y enriquecedora.
Ellos están listos para aprender acerca del mundo,
de otras personas y de sí mismos.
Sus mentes y corazones están abiertos.
Visualizo a cada niño descubriendo nuevas destrezas,
aumentando sus talentos naturales y
aplicando nuevos conocimientos.
Ver a los niños emocionados por ir a aprender incita
nuevo entusiasmo en mí.
Como estudiante de la vida, reconozco y respeto
el vínculo divino en las personas y circunstancias
que encuentro.
Mis pensamientos y oraciones bendicen a los niños,
y ellos a su vez son una bendición para el mundo.
Entonces Jesús dijo:
“Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis,
porque de los tales es el reino de los cielos”.—Mateo 19:14