EN LAS MANOS DE DIOS

No hay gozo espiritual más grande que estar en las manos de Dios. Pues a partir de ese

momento todo cuanto te suceda será de acuerdo a su voluntad, porque Dios entrará a gobernar tu vida y tomar el control de ella. A lo mejor, ahora mismo estas atravesando por uno de los momentos más difíciles de tu vida, tu salud o la de alguno de tus seres queridos está quebrantada, quizás acabas de perder a algún ser amado, o tienes problemas económicos, sentimentales, o peor, algún miembro de tu familia ha caído en la trampa mortal del alcohol y las drogas, y al sentir que ya no puedes más, tú mismo has buscado refugio en el sitio y en la persona equivocada. Déjame decirte que en ese preciso instante de angustia y desolación la única respuesta está en Dios, depositarte en las manos de Dios y depositarle toda tu carga a sus pies, pues por pesada que ésta te parezca Él la aliviará y te dará la solución, aunque no llegue de inmediato. Ten la absoluta certeza de que Dios te escuchará si tú se lo pides con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu corazón, recuerda siempre que para Dios no hay nada imposible porque Él es tu mejor amigo, el verdadero amigo que nunca te fallará y el único que te ofrece una vida rica y abundante en bendiciones en medio de un mundo cada vez más carente de amor y de verdad. Dios está anhelante de saciar la sed de tu desesperación..

Entonces... ¿ Qué esperas estimado lector para entregar tu vida en las manos de Dios ? ¿ Por qué te pierdes la dicha y el gozo infinito de que el amor de Dios invada toda tu vida ? si lo único que tienes que hacer es cerrar tus ojos y dejar que tu corazón hable y le digas " aquí estoy Señor ! convencido de que tú eres mi roca firme y mi refugio seguro ... aquí estoy, dispuesto a depositar mi vida en tus manos " (...) Hazlas tuyas estas palabras y repítelas con mucha fe cada vez que sientas la necesidad de hacerlo, te aseguro que experimentarás en lo profundo de tu ser una sensación incomparable que cual manantial de agua viva regará y reavivará las células muertas del amor, la fe y la esperanza... Deposítate en las manos de Dios y tu vida tendrá sentido, te lo dice alguien que al haberlo hecho encontró el gozo de la verdadera felicidad.

Autor: Eduardo Sánchez Elizalde