Un día Dios hará justicia eterna, para aquellos que rechazaron al Señor y practicaron el pecado e hicieron daño al prójimo. Dios juzgará por cada cosa escrita y pagará según sus obras. El “Credo de los Apóstoles” sigue enseñándonos estas verdades.
“Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.” Apocalipsis 20:12
La Biblia enseña que hay dos juicios: El Tribunal de Cristo, donde serán juzgados los vivos o creyentes en Cristo, no para perder su salvación, sino para ganar o perder recompensas. “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2 Corintios 5:10
El segundo juicio es para el diablo, sus ángeles, el anticristo, el falso profeta y los incrédulos, que rechazaron el plan de salvación en Cristo. “Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se halló ya para ellos. El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20: 10,11,15)
No necesitamos de una religión mercantilista para ir al cielo, ni pagar la salvación, pues es obra de Dios, gratuita para cada creyente, al costo de la vida de Cristo. Por todo esto, le adoramos, y le servimos por gratitud.
Abrace, visite, anime, ayude al prójimo por amor a Cristo. Es muy importante que lleves el Evangelio a los no conocen al Señor. Sinó como van a creer para que se salven y tengan vida eterna. Es vital orar, ofrendar tu tiempo de descanzo y servir con pasión al Señor ante su pronta venida y juicio. Tengamos misericordia de los que estan donde estabamos nosotros antes que el Señor nos recogiera
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