"Así como los humanos son capaces de comprender
muchas cosas cuando se trata de la vida material,
cuando se trata de la vida interior, de la vida psíquica,
ahí ya no son tan perspicaces. Observad: intentan
instruirse, aprobar exámenes para obtener diplomas
que les permitirán elevarse en la escala social; saben
que así tendrán más prestigio, más dinero, más diversiones.
Pero ¿por qué no comprenden que existen
las mismas leyes en el terreno psíquico, en el terreno espiritual?
Ahí también existe una organización, una jerarquía,
y cuando se esfuerzan en superarse para lograr
victorias sobre sí mismos, reciben
diplomas e insignias gracias a las que los espíritus
superiores les reconocerán y les acogerán entre ellos.
Todo lo que existe en el mundo visible no es más que
un reflejo, una repetición de lo que sucede arriba, en
el mundo invisible. Así pues, este esfuerzo que hacen
los humanos para elevarse en la vida social, el discípulo,
instruido en la realidad de las cosas, debe hacerlo para
elevarse en el mundo espiritual, diciéndose:
«Yo también quiero elevarme, yo también quiero distinguirme.»
Y estudia, hace ejercicios, se refuerza, logra vencer sus
debilidades, y todos sus éxitos se graban en su interior."
Omraam Mikhaël Aïvanhov