No tropieces con la misma piedra
“Después de esto Jesús lo encontró en el templo y le dijo: —Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor”
Juan 5:14 (Nueva Versión Internacional)
El hombre había quedado sano, después de haber estado invalido por treinta y ocho años. Su vida había sido golpeada por un malestar físico. No obstante él aún tenía fe de ser sano. Y Jesús le respondió, dándole que él anhelaba. Él esperaba que alguien lo sumergiera en el estanque para obtener su milagro, no obstante le fue suficiente un encuentro cara a cara con Jesús. Nuestro Señor no solamente quería sanarle, sino también sanar su corazón, por eso le bendijo con estas palabras: no vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.
Cuando el cristiano es reconciliado con Dios, Él nos da un corazón nuevo. Con la capacidad de ir creciendo cada día en la semejanza de nuestro Señor Jesús. Corazón que puede amar como Jesús ama. Además de que nuestro espíritu es vivificado, y éste nos da la capacidad de obedecer a Dios. Entonces no hay razón por la que un cristiano vuelva hacia atrás, o tropiece con la misma piedra. Cada vez que nuestro Dios perdonas nuestros pecados Él ya no los recuerda y espera que la lección que aprendimos se quede arraigada en nuestros corazones. Porque de no ser así, puede que volvamos tropezar con la misma piedra.
No seas de los que escogen que les pasen cosas peores para mostrar un arrepentimiento genuino. Siendo que el arrepentimiento solamente significa cambiar de dirección.
Si hay en tu corazón hay cosas que mantienen con vida lo que te puede propiciar a caer, quítalas de ti. El Espíritu Santo te dará Su ayuda para removerles y así serás quien realmente eres. ¿Si ya sabes a donde te conduce un camino que está torcido, por qué volver a caminar por ahí? Anda tranquilo por la nueva vida que se te ha dado, y no vuelvas a tropezar.
Camina seguro por el camino que te ha mostrado Jesús.
Autor: Richy Esparza
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