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Bendito el que viene en nombre del Señor!!!
“¡BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR”
... “Las multitudes iban delante de El y los que le seguían aclamaban diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor¡ ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:9) Era un día de fiesta muy importante. Todos en Jerusalén querían en aquel día participar del manjar de la fiesta de Pascua y del sacrificio que hacían en holocausto cada año en recordación de cómo Jehová los protegió, “pasando por alto” (que es lo significa Pascua), cuando el ángel de destrucción pasó para hacer morir a todos los primogénitos de Egipto y no tocó las moradas de los israelitas marcadas con la sangre del cordero). Puso Jehová a un líder por El escogido, Moisés, para que los sacara de Egipto, y librarles del yugo que el faraón mantenía sobre sus hombros, encaminándolos hacia la tierra prometida, donde fluye leche y miel, y a una mejor esperanza de vida.
En su gozo mundano, no podían ellos ni siquiera pensar en que esta celebración sería completa y absolutamente diferente a las anteriores. Muchísimo menos podían imaginar que el sacrificio para esa Pascua era especial, era una donación de Dios para salvación del mundo.
Jesús entraba a la Ciudad Santa.
La gente gritaba “¡Hosanna, hosanna!”, que significa “¡Salva ahora, salva ahora!” o “¡Te rogamos que salves!” Era, y es, una exclamación de gozo y de esperanza. ¡Cómo que hacía siglos que estaban en espera del “Mesías”, del “ungido descendiente de la dinastía de David”, que debía librarlos de la miseria y opresión en que estaban bajo el gobierno del imperio romano¡
¡Cuántos hoy, como aquellos israelitas, esperan el que habrá de sacarlos de la miseria y la opresión, no del imperio romano, como entonces, sino de la esclavitud en que los mantienen otros imperios igualmente poderosos, como la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, el homosexualismo, el consumismo, el juego. Ese mismo Jesús, está presente y dispuesto y a tu alcance para cuando desees aceptarle como Señor y Salvador. . Este rey que entra a Jerusalén es eterno, viene con todo el poder que le ha sido otorgado, posee el trono, el cetro y la corona de autoridad de su Padre, que es quien le envía “a salvar lo que se había perdido”. Pero este rey no llega en lujosa carroza, ni escoltado por guardias con armas mortíferas. Nuestro rey llega con humildad y sencillez. Montado en un simple asno, sin lujos. La única arma que portan Él y su escolta es su poderosa y milagrosa Palabra. “No es con espada, ni con ejércitos, sino con su Santo Espíritu”, que vino a salvar y conquistar el mundo perdido y en pecado.
Con todo, la entrada de Jesús a Jerusalén fue grandiosa. Su recepción en ese día glorioso, que hoy conocemos como el Domingo de Ramos, mayormente por las ramas y esterillas de palmas que blandían sus seguidores a lo largo del camino hacia la sagrada ciudad, fue digna de lo que en verdad era y sigue siendo: Rey de Reyes y Señor de Señores.
Jesús poseía maravillosos atributos no dados por el hombre, sino otorgados por su Padre, el omnipotente, omnisciente y omnipresente Dios y Señor Nuestro. El rey que será crucificado está adornado con todas las virtudes imaginables. Su naturaleza se compone de misericordia, de paz, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de justicia y resumiendo todo eso, de amor.
Este Cordero, blanco como el alma de Dios que es, sin mancha como el Hijo de Dios que es, y puro como el Espíritu Santo que es, es quien entrará al lugar del sacrificio, para tomar la cargada cruz del pecado para con su sangre derramada regenerar, redimir y justificar a los pecadores de Israel.
Ese es el Redentor resucitado, que yo te presento en este día. El mismo Jesucristo que entró a Jerusalén en medio de vítores para luego ser traicionado y crucificado, pero que mediante su sacrificio salvó del pecado al mundo, quiere entrar a tu corazón, para salvarte a ti también, regenerándote, mediante la redención y justificación de tus pecados, y luego santificarte con la llenura del Espíritu Santo.
Cada día Jesús está buscando almas para salvar. No es casualidad que estés en este día aquí. El Señor es quien ha guiado tus pasos hasta este lugar de adoración a Jesucristo, no hagas como aquellos israelitas, que le recibieron con gozo, enarbolando palmas y cánticos de salmos, acompañados con sonoros címbalos y panderos, pero luego le dieron la espalda y le rechazaron, pidiendo su crucifixión. Ya Él hizo el sacrificio de amor por ti, solo falta que tu respondas a su llamado. Él dio el primer paso, el más difícil, sigue su huella y camina junto a Él hacia tu salvación. El te espera con los brazos abiertos. Acércate y permite que oremos por ti.
Amantísimo Padre y Señor nuestro, te alabamos y glorificamos y te damos gracias por este dia.. Limpia Señor nuestros corazones de todo pecado, . Llena estos corazones de tus atributos más preciados, como son la humildad, la misericordia, la benignidad, la paz, la mansedumbre, la justicia, el amor. Ahora Padre, impárteles tu bendición, que es la del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén y Amén.
BUEN DIA, FELIZ DOMINGO DE PASCUA A TODOS. BENDICIONES. SHALOM. CRISTO ESTA VIVO, MURIO POR TI Y POR MI. Y POR ESO YO LO ALABO LO GLORIFICO Y EXALTO SU GRANDEZA.
MIGDALIA |
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La entrada triunfal de Jesús, dispuesto a realizar la maravillosa obra de salvación por amor a nosotros, Gloria a Dios!! Bendito es el que vino en el Nombre del Señor!! |
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