Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío. Jeremias 10.2-6