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General: ¡ Por Favor, No Cierres Tu Ventana !
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Anisahadai1  (Mensaje original) Enviado: 05/06/2012 22:49

¡Por favor, no cierres tu ventana!

El Río Jordán es el más caudalosos de los ríos en la región de Palestina, conocida como la Tierra Santa. Es un río que siempre está fluyente dando de sus aguas al mar de Galilea. Éste a la vez fluye sus aguas hasta llegar al Mar Muerto.

El Mar Muerto está como su nombre, sin vida. Está lleno de todos aquellos minerales como el azufre que sus componentes destruyen la vegetación y los seres vivientes que viven en el mar. La razón inequívoca por su mortandad es que toda agua rebosante y caudalosa la acumula para sí misma y nada la comparte. La moraleja es visible cuando comparamos el rio Jordán, el mar de Galilea con el mar Muerto. Tanto el Río Jordán como el Mar de Galilea comparten, se dan y por eso, son aguas caudalosas. No así el mar Muerto que por no compartir sus aguas no tiene vida, está muerto y en penumbra.

Uno de los Salmos más escuchados por todos es El Salmo veintitres (23) Jehová es mi Pastor. El escritor es el David en su senectud, en los últimos años de su vida. El salmista confiesa con dulzura y alegría: “Mi copa está rebosando” y sigue diciendo: “ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.”(salmo23:5)

Sólo una vida rebosada puede decir: “Jehová es mi pastor nada me faltará…. Aunque ande en valle de sombra y de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo.”(Salmo 23: 1-4)

Hay en estos versos de este hermoso Salmo, algo que se añade a la moraleja anterior y es que hay que dar de lo que se tiene con agradecimiento y cuando así lo hacemos sale del interior “ríos de agua viva”. La vida rebosa de misericordia del amor que viene de Dios que es nuestro pastor.

Hace algunos años escuché en la radio y la televisión una linda canción: “We are de world” cantada por un grupo de artistas roqueros muy conocidos tales como: Michael Jackson, Diana Ross, Steve Wonder, Harry Belanfonte y otros. La canción traducida diría de esta manera:

Ha llegado el tiempo en que todos necesitamos un llamado. Cuando el mundo entero debe unirse en Uno. Hay personas muriéndose y es tiempo de darle una mano a la vida. Que es el regalo más grande y hermoso de todos. No debemos ir pretendiendo día a día que alguien en algún lugar haga el cambio, enseguida; Todos somos parte de la familia grandiosa de Dios. Y sabes, El Amor es lo que todos necesitamos.

Coro

Somos el mundo, somos los niños, somos los que haremos el mundo más brillante. Así que comencemos a dar……Estamos tomando una decisión; Estamos salvando nuestras propias vidas. Es cierto, haremos un mejor día, Tú y Yo.

Cuando cantamos una canción como esta, nuestras vidas se tornan rebosantes. A veces pienso que otros están cantando nuestra canción. La estrofa de este cántico terminna diciendo: “El Amor es lo que necesitamos.” ¿Por qué no permanecemos en este estado de satisfacción, paz, gozo, amor y plenitud y tendemos a debilitarnos cayendo estrepitosamente en la vaciedad de espíritu? ¿Es que no mantenemos “la ventana de la fe” como Daniel el profeta? Es que necesitamos la fe en el amor de los amores y para esto tenemos que tener siempre abierta “la ventana de la fe”.

El Libro de Daniel, nos ofrece un vivo ejemplo de tener una vida de fe vigorosa aun cuando siendo un exilado en tierra extraña (Babilonia) es capaz de mantener una ventana abierta para mantener y vivir una experiencia rebosante en medio de una circunstancia difícil.

El rey Darío, constituyó ciento veinte (120) sátrapas, para que gobernasen todo el reino. Y sobre ellos tres gobernadores de los cuales Daniel fue uno de ellos. Daniel demostraba ser mejor que los dos gobernadores y el rey pensó nombrarlo sobre ellos. Así que estos dos gobernadores buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado con el reino; pero no hallaron falta contra él en relación con la ley de su Dios. Fue entonces que se unieron y le pidieron al rey Darío que promulgara un edicto real ordenando que cualquiera en el espacio de treinta (30) días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey sea echado en el pozo de los leones.

Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró a su casa, y abierta las ventanas de su cámara que daba a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de Dios, como lo solía hacer antes. Al verlo orando los enemigos lo acusaron al rey y el rey fiel al edicto que había firmado lo sentenció al pozo de los leones. Daniel fue echado al pozo de los leones pero el Dios en el que él había confiado lo libero. Su testimonio ante el rey Darío, tuvo grandes consecuencias. Escribió la siguiente ordenanza:

“Que en todo dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido y su dominio perdurará hasta el fin. Él salva y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; Él ha librado a Daniel del poder de los leones. (Daniel 6: 26-27)

La vida misma nos da una enseñanza. El cofre de la vida no se puede dar el lujo de tenerlo vacía. Una vida vacía se torna agria, seca, hueca, fría, desabrida, absurda y sobre todo peligrosa. No tiene dirección. Sin rumbo como las nubes blancas que corren según el viento. Es como si el amor no existiera. Es sencillamente una vida sin temor a Dios. Jesús dice en Mateo: “El que no es conmigo, contra mí es; el que conmigo no recoge, desparrama. (Mateo 12: 30) “ O haced el árbol bueno, y su fruto es bueno, o haced el árbol malo, y su fruto será malo; porque por el fruto se conoce el árbol.” (Mateo 12: 33) “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón sacas buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” (Mateo 12: 350)

Un cofre vacío no tiene paz consigo mismo, solo contiendas y desasosiegos. “No conocieron caminos de paz, ni hay justicia en sus caminos, su veredas son torcidas, cualquiera que por ella fuere, no conocerá la paz. (Isaias59:8) No dejes que el descontento, el hastío y las quejas se tornen expresiones de todos los días.

Después que el autor del libro de Eclesiastés escribiera sus primeros doce (12) capítulos terminó diciendo: “Vanidad de vanidades, dijo el predicador, todo es vanidad. El fin de todo discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos.” Eclesiastés 12:1

Mi invitación es sencilla: Si quieres vivir una vida de calidad. De excelencia, paz, y libertad y con esperanza solo te diría: Mantened siempre abierta la “ventana de la fe” y descubrirás la grandeza de Dios.

El profeta Daniel le dio un consejo al rey Nabucodonosor diciéndole: “redime tus pecados con justicia y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será esto una prolongación de tu tranquilidad.” (Daniel 4: 27) Ya al año había olvidado el consejo del Profeta, cerrando “la ventana de la fe” terminando su vida en ruina inevitable.

La clave de Daniel siempre fue mantener “la ventana de la fe” abierta siempre. Así el amor de Dios fluía en acción continua, rebosando de firmeza y gozo en la confianza en Dios. Aquello que sentía era más grande que la emoción o sentimiento. No era cuestión de ánimo momentáneo como lo son la ira, tristeza, alegría resentimientos, etc. Es cuestión de amor del bueno.

La Biblia dice: Dios es amor. Dios es fiel a Su nombre. Es más que sustantivado, es verbo (amor). Dios es acción. Tanto fue su amor por la humanidad que se encarnó en Jesucristo para libertarnos y llenarnos de su acción amorosa, de la resurrección a una nueva vida marcada en nosotros para que vivamos en acción amorosa por los demás. Ya no somos nosotros sino la acción de la mente de Cristo y Su Espíritu Santo, llevándonos por el verdadero camino de servidores con la fe y esperanza en la nueva vida de amor, libertad, gozo y paz.

Por Eliezer Torres



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De: mujervirtuosa8 Enviado: 06/06/2012 00:20
 
 

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De: Dios es mi paz Enviado: 06/06/2012 01:59
 
 
 
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