“Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.”
(Isaías 52:1-2)
Despierta, Despierta
Estamos viviendo tiempos difíciles y mucha gente solo se queja de lo que sucede. No esta el deseo de orar por nuestra familia, nuestra comunidad y nuestra nación. No esta el deseo de predicar la Palabra a todas las personas que nos rodean. No esta el deseo de buscar a Dios con todo nuestro ser. Estos son síntomas de un sueño espiritual. Dios dice: “Despierta, despierta”, y si lo dice dos veces es porque realmente estamos en un sueño demasiado profundo y quiere que salgamos de el. Una persona dormida no se da cuenta de lo que pasa alrededor, mucha gente ha perecido por las noches mientras duermen, calcinados en un incendio, intoxicados por alguna fuga de gas, o cualquier otro siniestro.
(Isaías 52:1-2)
Despierta, Despierta
Estamos viviendo tiempos difíciles y mucha gente solo se queja de lo que sucede. No esta el deseo de orar por nuestra familia, nuestra comunidad y nuestra nación. No esta el deseo de predicar la Palabra a todas las personas que nos rodean. No esta el deseo de buscar a Dios con todo nuestro ser. Estos son síntomas de un sueño espiritual. Dios dice: “Despierta, despierta”, y si lo dice dos veces es porque realmente estamos en un sueño demasiado profundo y quiere que salgamos de el. Una persona dormida no se da cuenta de lo que pasa alrededor, mucha gente ha perecido por las noches mientras duermen, calcinados en un incendio, intoxicados por alguna fuga de gas, o cualquier otro siniestro.
El enemigo nos ha hecho entrar en ese sueño. A través del pecado, entramos en un conformismo, en pasividad y en un enfriamiento espiritual.
Vístete de Poder y de Ropa Hermosa.
Dios nos pide también que nos vistamos de poder, y es a través de la oración, el ayuno y la Palabra de Dios que podemos hacerlo. Al tener nuestro tiempo de intimidad con el Padre Celestial seremos investidos de poder para ser fieles testigos de la Palabra de Dios.
Dios desea que nos vistamos con ropa hermosa, la ropa de la santidad. Como una esposa se arregla para la boda, así nosotros debemos prepararnos para Dios. En Zacarías 3:1-4, vemos cómo Josué estaba delante del ángel de Jehová y el diablo estaba ahí para acusarle. Josué tenía vestiduras viles, estaba sucio, oloroso, y con una apariencia desagradable ante Dios, el ángel de Jehová reprende al diablo y manda a cambiarle la ropa a Josué, le quita las vestiduras viles y le pone vestiduras de gala. La vestidura vil, representa el pecado y todo lo malo que hemos hecho, y las vestiduras de gala la santidad a Dios.
Sacúdete el polvo, Levántate y Sé libre
Sacúdete el polvo. Cuando dejas algo olvidado y descuidado se llena de polvo, al estar dormido espiritualmente descuidas tu vida, tu relación con Dios. El enemigo quiere tenerte por los suelos humillado, pero hoy Dios te dice, sacúdete el polvo, quita todo lo sucio de ti.
Levántate. Cómo dice Isaías 60:1 el deseo de Dios es que nos levantemos y resplandezcamos, que seamos luz para la gente que nos rodea y mostremos el camino que es Cristo.
Sé libre. Quita las ataduras, aquello que te tenga atado al pecado o a la voluntad del diablo, rómpelas en el nombre de Jesús y sé libre para servirle a Dios con todo tu ser. Romperemos toda obra del diablo con la ayuda de Cristo, en el nombre de Cristo.
Dios quiere usarnos como instrumentos de bendición, pero debemos despertar, vestirnos de poder, de hermosura y de santidad, sacudirnos el polvo, levantarnos y resplandecer, rompiendo toda obra del diablo en el nombre de Jesús. Dios ha puesto la mirada en ti para que lleves las buenas nuevas de salvación.
DESPIERTA Y LEVANTATE EN EL NOMBRE DE JESÚS, AMEN
MIGDALIA