Cristo es adorado
La adoración a Cristo se hace eminente por lo que a esto en tanto sigue:
Heb. 1:6: Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo,
dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.
Mt. 28.16-1: Pero los once discípulos se fueron a Galilea,
al monte donde Jesús les había ordenado, y cuando le vieron,
le adoraron, pero algunos dudaban.
Jn. 9.35-38: Oyó Jesús que le habían expulsado, y hallándole, le dijo:
¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió el y dijo: ¿Quién es Señor,
para que crea en él? Le dijo Jesús: Púes lo has visto,
y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. Dijo Jesús:
Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean,
y los que ven, sean cegados.