LOS MÉTODOS DE LA ORACIÓN
En Etesios 6: 18 Pablo dice que debemos orar con "toda oración y ruego". La palabra griega que se traduce "oración" (también en 1 Tes. 5:17) es la palabra común del Nuevo Testamento para decir oración y se refiere a peticiones generales. La palabra que se traduce "ruego" se refiere a oraciones específicas. El uso que hace Pablo de ambas palabras sugiere nuestra participación necesaria en toda clase de oración, todo tipo que sea apropiado.
La postura
Orar todo el tiempo necesita que se esté en varias posiciones porque usted nunca va a estar en la misma posición todo el día. En la Biblia, la gente oraba de pie (1 Rey. 8:22), levantando las manos (1 Tim. 2:8), sentados (2 Sam. 7:18), de rodillas (Mar.1:40), mirando hacia arriba (Juan 17:1), inclinados (Éxo.34:8), poniendo la cabeza entre las rodillas (1 Rey. 18:42),golpeándose el pecho (Luc. 18:13), y en dirección a Jerusalén (Dan. 6:10).
Las circunstancias
Mientras que algunas personas piensan que la oracion debería ser muy formal, la Biblia documenta que la gente oraba en muchas y diversas circunstancias, así como con diferentes expresiones. Oraban con ropa de aflicción (Sal. 35:13), sentados en cenizas (Job 1:20, 21), golpeándose el pecho (Lue.18:13), llorando (Sal. 6:6), echando polvo sobre sus cabezas(Jos. 7:6), rasgando sus vestiduras (Esd. 9:5), ayunando (Deut.9:18), gimiendo (Sal. 6:4-6), con fuerte clamor y lágrimas (Heb. 5:7), como sudando sangre (Luc. 22:44), quebrantados de corazón (Sal. 34:18), haciendo sacrificios (Sal. 20:1-3) v cantando himnos (Hech. 16:25).
El lugar
La Biblia también registra a gente orando en toda clase de lugares: en la batalla (2 Crón. 13:14, 15), en una cueva (1 Rey.]9:9,10), en una habitación (Mat. 6:6), en un huerto (Mat.26:36-44), en un monte (Luc. 6:12), junto a un río (Hech.16:13), en la playa (Hech. 21:5, 6), en la calle (Mat. 6:5), en el templo (l Rey. 8:22-53), en la cama (Sal. 4:3,4), en una casa (Hech. 9:39,40), en el vientre de un pez (Jan. 2:1-10), en una azotea (Hech. 10:9), en una cárcel (Hech. 16:23-26), en el desierto (Luc. 5:16) yen una cruz (Luc. 23:33, 34,46). En 1 Timoteo 2:8, Pablo dijo: "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar. .. ". Para el cristiano fiel y lleno del Espíritu, cualquier lugar se convierte en un lugar de oración.
El tiempo
En una conferencia de pastores a la cual asistí hace años, un hombre predicó sobre el tema de la oración matutina. Para apoyar su punto de vista, leyó varios pasajes que muestran a gente orando en la mañana. Así como él lo hizo, va busqué todas las Escrituras que mostraban a gente orando tres veces al día (Dan. 6:10), en la noche (Mar. 1:35), antes de las comidas (Mat. 14:19), en la novena hora o sea las 3:00 p.m. (Hech. 3:1),a la hora de dormir (Sal. 4:4), a la medianoche (Hech. 16:25),día y noche (Luc. 2:37; 18:7), a menudo (Luc. 5:33), en la juventud (Jer. 3:4), en la vejez (Dan. 9:2-19), cuando están en problemas (2 Rey. 19:3,4), todos los días (Sal. 86:3) v siempre (Luc. 18:1; 1 Tes. 5:17).
La oración es apropiada en cualquier momento, cualquier postura, cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia y con cualquier atuendo. Debe ser una manera de vivir completa, unce comunión abierta y continua con Dios. Después de acoger todos los infinitos recursos que son suyos en Cristo, jamás crea que ya no depende del poder de Dios minuto a minuto.
Actitudes coincidentes
A través de toda su vida el creyente siente su insuficiencia, por lo tanto, él vive dependiendo totalmente de Dios. Mientras sienta esa insuficiencia v dependencia, orará sin cesar. Al mismo tiempo, sabrá que es el beneficiario de bendiciones tremendas por parte de Dios. Por eso Pablo manda a los tesalonicenses a "estar siempre gozosos" v "dar gracias en todo" en sus oraciones incesantes (1 Tes. 5:16-18). Esto refleja un balance hermoso en nuestra comunión con Dios. Mientras ofrecemos peticiones específicas por nuestras necesidades y las de otros, al mismo tiempo podemos regocijarnos y dar gracias, no sólo por respuestas especificas, sino también por la bendición abundante que derrama Dios sobre nosotros día tras día. John Mc Arthur