COMO UNA PALMERA
¿Sientes como si estuvieras caminando en la soledad más profunda que jamás has sentido? ¿Sientes que dar un paso más supone un esfuerzo que no eres capaz de dar? ¿Sientes que tu cuerpo se debilita y que tus sueños caen destrozados contra el suelo? ¿Sientes que todo te golpea cada vez más fuerte y que estás a punto de caer vencid@ a la lona? Esto es para ti.
La naturaleza es esplendorosa e inspiradoramente motivante, llena de cosas asombrosas que ni siquiera nos alcanzamos a imaginar, llena de vida, de plenitud, de enseñanzas. La misma naturaleza preciosa que vemos día a día nos alienta, nos ama y nos habla profundamente, cuando vamos caminando, cuando sentimos su suspiro, cuando olemos su fragancia, cuando miramos al cielo y vemos como en la lejanía se aprecia el índigo profundo del imponente firmamento que Dios creó para nosotros.
Un ejemplo perfecto, perdurable y portentoso de lo que la naturaleza quiero mostrarnos es La Palmera.
Me asombro enormemente cuando veo las noticias sobre los huracanes, siempre pero siempre muestran las palmeras a la orilla de la ciudad, y siempre pero siempre el huracán las azota con todo su furor, con toda su indolencia e insolencia, pero aún así, nunca he visto una palmera tirada en el suelo vencida, jamás he visto una palmera doblada en dos, jamás he visto una palmera derribada; he visto sus hojas tiradas por doquier, pero su cuerpo se mantiene firme, su firmeza es una gran proeza ante la devastadora fuerza de un huracán.
Hoy quizá estás enfrentado la devastadora fuerza de un huracán golpeando incesantemente tu vida, con el propósito indeleble de querer derribar tu ser, tu corazón, tu espíritu. Hoy quizá has estado soportando de pie, con decisión; lo que quiere agachar, quebrar, todo lo que eres y lo que has querido ser.
Hoy te animo a que como Una Palmera, te mantengas firme ante las cosas difíciles de la vida que estés sufriendo, que vayan a llegar o que hayas sufrido, para que, por más fuerte que sea el huracán que este azotando tu cimiente, estés firme y seguro de que Dios no te dejará caer, Dios no permitirá que cargues con más de lo que puedas soportar, Dios no permitirá que seas avergonzado contra el suelo. Dios está contigo y te ama, estoy convencido de su amor por ti y sé que por muy difícil que parezca la situación DIOS JAMÁS LLEGA TARDE. Confía en Él y espera, sigue adelante y mantente firme sobre la roca como UNA PALMERA.
“EL JUSTO FLORECERÁ COMO LA PALMERA; CRECERÁ COMO CEDRO EN EL LÍBANO”
SALMOS 92:12
Autor: Juan Carlos Vidal