Sorpréndeme
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”
Eclesiastés 3
¿Y el amor sigue siendo hermoso? Claro que sí, el hecho que no tengas aun a tu ayuda idónea a tu lado no quiere decir que no exista, ¿no lo crees?
No porque él o ella aun no llega y te dice, hola amor llegué, no quiere decir que debas renunciar a tu sueño de tenerlo a tu lado para edificarse el uno al otro y tener a Cristo como el centro de su relación.
Les confieso que yo he sido una de las primeras personas en afanarme en que llegue de una buena vez mi ayuda idónea a tal punto que me he llegado a deprimir.
Sin embargo, un día gracias a Dios mi mejor amigo me dijo: Estephany ¿por qué tanto te afanas por cuando vendrá y quien será? Yo me quedé pensando y le dije, tienes razón ¿por qué tanto me afano? El siguió diciendo, porque no vives el ahora y espera que él sea quien te sorprenda con su llegada.
Desde ese día me di cuenta que eso quiero, que me sorprenda quien fuese mi ayuda idónea. En realidad quien me va a sorprender es Dios y eso es más que lindo, ¿no lo cree?
Seré honesta con usted y le confesaré que sí deseo conocer muy bien a mi ayuda idónea, claro que sí pero también me pongo a pensar que deseo que sea en el tiempo correcto, preciso, es decir en el momento de Dios porque ese día hallaremos gozo y felicidad ambos.
Me he dado cuenta que esperar es lo más dulce, sabio, digno de alabanza y mucho más si es en el Señor. A lo largo de mi corta vida he cometido errores y hubo noches en que lloré por mis malas decisiones; sin embargo, ahora me doy cuenta que todas aquellas lágrimas me ayudaron a madurar y darme cuenta que no quiero un amor superficial que es movido por sentimientos, sino una relación cuyo centro sea Jesús.
Por lo tanto, mi querido amigo u amiga dejémonos sorprender por aquel o aquella que al igual que nosotros se están preparando para cuando Dios diga sí, hijos míos les doy el visto bueno, adelante.
Yo he decidido dejarme sorprender y ¿tú?
Autora: Estephany Cordova