El efecto de tus palabras
En muchas ocasiones hemos escuchado que lo que declaramos con nuestra boca será hecho, pero no prestamos mucha atención a ello hasta que vemos que las palabras realmente están haciendo efecto, en especial cuando esas palabras han sido negativas, ya que aunque es difícil de creer, al pronunciarlas comenzamos a limitarnos.
¿Cuántas veces frente a una situación difícil has dicho “no puedo”, “no soy capaz”, “no tengo fuerzas”, cuantas mas te has sentido derrotado antes de luchar?
El poder de las palabras para bien o para mal siempre hace efecto, pero lamentablemente es mas común escuchar o decir las negativas, pues nos es difícil decir algo positivo en medio de un problema o situación incomoda.
Hay un verso en Proverbios 6:2 que dice:
“Te has enlazado con las palabras de tu boca y has quedado preso en los dichos de tus labios”
A veces sin darnos cuenta con nuestras propias palabras limitamos nuestras capacidades, repetimos una y otra vez frases negativas que al poco tiempo se hacen parte de nuestra vida, y nos acostumbramos a vivir limitada y negativamente y a pesar de que hay potencial en nosotros se desaprovecha, pues queremos hacer una cosa pero inconscientemente declaramos lo contrario y caemos presos de nuestras declaraciones.
Si tu has querido perdonar pero al mismo tiempo dices no puedo, entonces tu mismo te estas negando a hacerlo, si has querido emprender algo nuevo pero también dices no se si lo logre entonces estas desconfiando, o si estas luchando por sobreponerte a una situación difícil y dices no tengo fuerza, entonces estas limitando tu capacidad de hacerlo. Lo que declaramos con nuestra boca eso es, y no quiere decir que pronunciemos “palabras mágicas” sino que lo hagamos con la firme convicción de que tenemos la capacidad y la ayuda de Dios para poder hacer lo que a veces vemos como difícil o imposible de lograr.
A pesar del panorama declara sobre tu vida bendición, en lugar de negación, solo tú decides el efecto que causan tus palabras.
Autora: Maite Leija