Dedicado especialmente a todos aquellos que en algún momento de sus vidas se han sentido sin fuerzas.
Estoy cansado, sin fuerzas para seguir, quisiera rendirme, tirar la toalla, colgar los guantes, pero aun y con todo eso no puedo, hay algo que me detiene.
A veces pienso si me merezco ser su hijo, si merezco sus bendiciones o sus bondades, a veces creo que El no se siente orgulloso de mi, ni de lo que hago, mas dentro de mi corazón existe un enorme deseo de agradarlo, mi espíritu batalla con los deseos de mi carne, mi voluntad contra su voluntad, han sido más las veces que he perdido, que las que he ganado, pero por algún razón no puedo detenerme.
Me tropiezo, me golpeo, tengo duras heridas, mas algo dentro de mi me hace que me ponga de pie nuevamente, me sacudo el polvo y comienzo a caminar, mis lagrimas brotan como lluvia sobre mis mejillas, quisiera decirle al Señor que quiero hacerlo, que quiero vencer, mas me cuesta, fallo muy seguido y a veces hasta me da vergüenza llegar delante de Él.
El otro día estaba decidido a vencer eso que tanto me atormenta, sin embargo fracase nuevamente, quise llegar delante de ti, mas algo me lo impedía, quería llorar, quería rendirme, quería decirte que aunque lo intento no puedo y aunque quisiera, no lo logro.
No sé qué concepto tengas de mi, pero a pesar de mis recurrentes errores, te amo, sí, yo se que parece un poco ilógico decirte eso después de lo que mis acciones dicen, pero dentro de mi corazón hay un amor increíble por ti, un deseo de superarme, un anhelo de agradarte.
Me siento débil y de hecho lo soy, me es fácil hacer lo que no quiero y lo que quiero me es difícil, quisiera rendir mi ser, buscarte cada día, evitar fallarte, agradarte en todo, mas mi naturaleza es muy fuerte y me recuerda cada día lo mucho que necesito de ti.
Pero hoy quiero decirte que lo intentare, que SEGUIRE AVANZANDO, no sé cuantas veces tropiece porque estoy seguro que tropezare, pero no me quedare en el suelo, me levantare cuantas veces sea necesario, no me rendiré tan fácil, no me daré por vencido, después de conocerte mi vida jamás ha vuelto a ser la misma y por ello hay miles de razones por las cuales tengo que seguir avanzando.
Quizá me sienta triste, pero sonreiré al recordar que tú tienes un final hermoso para mi, quizá en algún momento me darán ganas de colgar los guantes, mas sin embargo luchare cada día de mi existencia por tratar de agradarte. En algunos momentos me sentiré solo, pero cerrare mis ojos y dejare que me abraces, en algún momento me sentiré defraudado por los que me rodean, pero en esos momentos recordarte que mis ojos están puestos en ti.
No sé qué concepto tengas de mi, pero quiero que me veas como aquel hijo tuyo que no se da por vencido, aquel hijo tuyo que está determinado en buscarte en avanzar pese a cualquier circunstancia, no me detendré, no, no me daré por vencido, puedes estar seguro que me levantare cuantas veces sea posible, me sacudiré el polvo y seguiré avanzando, si, avanzare hacia mi objetivo, ese objetivo que eres tú.
Sé que será duro, se que las fuerzas quizá me faltaran, sé que no todo será hermoso, pero puedes estar seguro que SEGUIRE AVANZANDO tu amor en mi vida me ha hecho ser fuerte, tu misericordia acompañándome día a día me recuerda lo mucho que me amas, tu fidelidad frente a mis infidelidades me recuerda tu incondicionalidad, no puedo rendirme, menos ahora después de haber conocido tu amor hacia mi vida, caminare Señor, avanzare, cueste lo que cueste puedes estar seguro que:
SEGUIRE AVANZANDO
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí”.
Salmos 51:10 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique Monterroza