¡Quiero un Corazón!
Quiero un corazón puro y verdadero.
Dulce como miel, fuerte como hierro.
Apacible, sencillo y temeroso de Dios.
Justo, fiel y sincero, intrépido, audaz y certero.
Que sienta el dolor ajeno como el propio.
Que sea desprendido, leal y risueño.
Dadivoso, agradecido y humilde; cálido y reconfortante.
Sabio y con capacidad de aprender.
Un corazón que sepa perdonar, abrirse y dar.
Que tenga la voluntad de no rendirse aún en la más negra encrucijada.
Que entienda que los momentos de lucha y de tristeza no son para siempre.
Necesito un corazón con la capacidad de rejuveneceré y regenerarse.
Que no tema al mañana y que sepa vivir el presente.
Un corazón que nunca se sienta satisfecho de hacer el bien y que nunca se canse de luchar contra la injusticia.
¡Mi corazón quiere ser positivo, darle espalda a lo negativo!
Autora: Brendaliz Avilés