" Al que a mí viene, no le echo a fuera. Porque he deescendido del cielo,
no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió"
Juan 6:36-37.
Lea mi historia
Al leer la Biblia me di cuenta de quién es Dios, de lo que Él dijo e hizo a los hombres. Comprendí que vive eternamente, que no cambia, que conoce, ve y todo lo sabe. Es bueno, santo, justo, poderoso, sabio e infinitamente paciente.
Pero también supe quién era yo: un ser egoísta y vanidoso, indiferente a la voluntad de Dios. Quería vivir a mi antojo sin tener en cuenta a mi Creador. Era muy culpable delante de Él.
Finalmente comprendí que Dios me ofrecía Su perdón y Su paz. Yo no tenía nada que hacer, tampoco tenía que traer dinero. Dios se encargó absoluutamente de todo. Ofreció el rescate más grande que se podía dar: Su Hijo Jesús, quién vino del cielo a la tierra para hablarnos del Dios del amor y de la justicia.
Al comprobar que mi vida era un fracaso ante Dios, me volví a Él. Le pedí que me perdonara por medio de Su Hijo Jesús muerto por mí en la cruz. Cómo Él nunca rechaza a quien le busca con rectitud. me perdonó todos mis pecados.
Hoy sé que he sido lavado de todos mis pecados por la sangre de Jesús. Estoy limpio, puro, y puedo acercarme al Dios santo. He nacido de "nuevo" (Juan 3), soy un hijo de Dios, formo parte de una nueva familia.
¡Qué maravillosa gracia! Mi vida es una nueva vida y la gozo en prencia del Señor, quién prometió: "yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).
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