¿Cómo cuida su pureza?
"Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe, y pureza" (1Timoteo 4:12).
Lucrecia recibió emicionada su vestido de novia esa tarde. Lo había mandado pedir desde muy lejos y por fin lo tenía en sus manos. Se lo probó y se contempló ante el espejo, iluminada por la blancura del vestido. Se veía radiante, imaginó el día que lo llevaría puesto en la boda. Después de permanecer extasiada durante varios minutos, mirando el hermoso vestido, se lo quito con mucho cuidado. No quería que se hiciera ni una arruga, y ni la más pequeña manchita. en esos momentos entró su hermana pequeña, comiendo una fruta.
¡Oh que bonito vestido!, exclamó acercandose a él.
¡No te atrevas a tocarlo. Gritó Lucrecia hecha una furia, tienes las manos sucias de la fruta!.
Si sólo quería verlo, respondió la niña asustada.
Siempre que tenemos una pieza de vestir de color blanco, ya sea un jersey, un pantalón, un vestido, etc. le damos un cuidado especial, mi esposa nunca mezcla lo blanco con lo de color cuando hace un lavadora, nos esmeramos por mantenerla lo más blanca posible y cuidamos que no se ensucie, porque la más leve mancita se notaría.
El color blanco representa pureza ,¿Cuida su pureza con tanto esmero, así como sus prendas de color blanco? Cuando hablamos de pureza, hablamos tanto de pureza sexual, como pureza de pensamientos, de corazón, de vista, de oído, etc. Muchos jóvenes son promiscuos en sus pensamientos, aunque no pongan en práctica sus fantasías, piensan que no tiene nada de malo, pero el Señor Jesús dijo que aquel que mire a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón (Mateo 5:28) y eso es lo que vale, no lo que dice el mundo.
Conserve su pureza, cuidando sus ojos de ver o leer lo que no conviene. También sus oídos de escuchar palabras o musica que le contaminen. Esto hará que sus pensamientos sean puros. Sabemos que todo lo impuro contamina. Si bebe agua contaminada se enferma, igualmente si ve o escucha algo contminante, se enferma su alma y se contrista su espíritu. La pureza es una virtud muy apreciada por Dios.
"No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos, Consérvate puro" 1 Timoteo 5:22.