Alimentación
La Palabra de Dios
Es necesario mantener permanentemente un hábito de lectura,
meditación y estudio. "desead como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación" (1Pedro 2:2). Y en Hebreos 5:12 leemos: "Porque
debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis
necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los
primeros rudimentos de la Palabra de Dios; y habéis llegado
a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento
sólido" Y los que alimentan de leche son como niños de
pecho, incapaces de juzgar rectamente. La comida sólida es
para adultos, para los que ya saben juzgar, porque ya están
acostumbrados a distinguir entre lo bueno y lo malo.
En nuestra lectura no debemos usar sólo algunos libros o
pasajes que nos gustan, sino el total de las Escrituras, para
que el alimento sea completo.
Todo esto requiere tiempo y especialmente tiempo diario. Si
no somos capaces de esto, nunca llegaremos a ser personas
maduras. Seremos débiles y fáciles de enfermar.
Decidamos hacerlo en serio; dediquemos tiempo y esfuerzo
para lograrlo. Pero la meditación y el estudio no termina en
el lugar devocional, sino que debe ser un ejercicio durante
todas las horas de día, pensando y analizando lo que hemos
leído o estudiado ese día o anteriormente, así lograremos
ir creciendo, ( sin olvidar la oración). Lo lamentable es que,
a veces creyentes de mucho tiempo aún no han podido
disciplinarse en este aspecto y así el conocimiento de la
Palabra de Dios es muy débil. De esta forma no podemos
una buena salud espiritual.