La perseverancia
La perseverancia es más que "aguante". Es aguante combinado con una
total certeza de que lo que esperamos sucederá. La perseverancia
implica mucho más que la simple voluntad de permanecer aferrados a
algo, que podría ser una manifestación de nuestro temor de
soltarnos y caer.
La perseverancia es nuestro esfuerzo supremo de rehusar que nuestro creer
que nuestro héroe va a ser vencido. Nuestro mayor temor no es que
vayamos a ser condenados, porque nuestro Señor Jesús vela por nosotros.
Del mismo modo, nuestro temor está en que aquellas mismas cosas por
las que el Señor luchó, el amor, la justicia, la bondad y el perdón
entre los hombres, no vayan a triunfar al fin, y que representen
para nosotros una meta inalcanzable.
Nuestro llamamiento es a la "perseverancia espiritual". Un
llamamiento a no mantenernos aferrados a algún lugar y a no hacer
nada, sino a trabajar con determinación, sabiendo con garantía
que. ¡Dios nunca será derrotado!.
Si en este momento nuestras esperanzas parecen quedar frustradas, es
debido simplemente a que "están siendo purificadas". Cada esperanza
o sueño de la mente humana se cumplirá, "si es noble y procede de
Dios". Con todo, una de las más grandes tensiones de la vida la
produce nuestra obligación es la de esperar a que Dios actúe, pero si
perseveramos tenemos la seguridad de que Él cumplirá Su
Palabra : "Por cuanto has guardado la palabra de Mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el
mundo entero, para probar sobre los que moran sobre la tierra".
Apocalipsis 3:10.
Así que. ¡ SIGUE PERSEVARANDO!.