Cuando somos testigos del sufrimiento de los demás, de sus necesidades y somos indiferentes, debemos entender que ignorarles no cambiará las cosas. En ocasiones pretendemos no atender situaciones en nuestras vidas por temor a sufrir, porque recordar nos produce volver a vivir de una u otra manera lo pasado; en ocasiones no queremos confrontar a quienes amamos por temor a perderlos y pensamos que ignorar cambia las cosas. Cuando tenemos personas que nos rodean difíciles de llevar o de tratar por su actitud, creemos que ignorar es el mejor camino a seguir, pero la verdad es que esto no cambia las cosas. Hay quienes quieren ignorar la existencia de Dios y dicen: Yo no creo en eso. Pero ignorar sus leyes no cambiará la situación de ausencia y de eternidad sin Dios, de soledad y de muerte, y no creer en El no hace que Dios desaparezca, El permanece ahí, es eterno y siempre será. No es ignorar lo que necesitamos, es aceptar una realidad y tomar una decisión sabia de cambio, de arrepentimiento, de perdón y de amor. Sea lo que sea que necesites enfrentar, hazlo hoy. ¿De que estas huyendo? ¿Qué tratas de ignorar?