Estudio Bíblico: El mal y el sufrimiento a la luz del amor y el poder de Dios Por: Hugh Ross 25/08/2007
Las personas no son robots
El hombre no tenía pecado cuando Dios lo creó (Génesis 2-3) Si Dios hubiera impedido por la fuerza que el hombre pecara, la voluntad del hombre no sería libre Sin libre elección, el amor es imposible
El plan último de Dios es perfeccionar a aquellos que eligen ser perfeccionados
En la nueva creación no habrá pecado, sufrimiento, muerte ni maldad (Apocalipsis 21:4) Sólo aquellos (y todos aquellos) que triunfen sobre el pecado y el mal, eligiendo adorar a Cristo en vez de vivir para ellos mismos, pueden entrar en este estado perfecto (Apocalipsis 21:7-8) El proceso de perfeccionamiento tiene lugar por medio de la interacción de nuestra voluntad con la de Cristo, en oposición a la voluntad de Satanás (Hechos 8:23, Filipenses 2:13, 2 Tesalonicenses 3:5, 2 Timoteo 2:26)
Lo que es espiritual es eterno
Todos los seres espirituales vivirán para siempre. No pueden ser aniquilados (Daniel 12:2, Mateo 25:46) La conciencia de cada uno confirma que la vida sigue después de la muerte física (Eclesiastés 3:11) La muerte espiritual, que vino por el pecado del hombre, precedió a la muerte física del hombre. La muerte espiritual se refiere a la incapacidad del hombre para hacer el bien y, a menos que se encomiende a la bondad de Cristo, resulta en su separación eterna de Dios (Romaons 5:12-21)
Todas las personas pecan ahora. Todas entran a la vida en un estado de incapacidad espiritual
Por la transgresión de Adán, el pecado ha sido imputado a cada humano (Romanos 5:12-21) Somos pecadores por naturaleza, desde la concepción (Salmos 51:5) Sin el freno y la influencia de Dios, seríamos completamente depravados (Jeremías 17:9, Juan 16:8-11) Nada hecho por nuestra cuenta es justo, según la norma de Dios (Isaías 64:6, Juan 15:5, Romanos 3:10-11)