Extendiendo las bendiciones
"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan no persiguen huesos "
Todo lo que vamos recibiendo y aplicando a través de los principios
reveladores del reino de Dios tiene el objetivo de extender las
bendiciones y garantizarlas para las próximas generaciones. Sólo con
el deseo y esperar alguna cosa no alcanza, tenemos que establecer la Palabra de
Dios en nuestra vida y canalizar esa bendición a través de esos principios, guiando a la presente generación a un alto nivel de bendición.
Usted tiene la gran oportunidad de cambiar su vida y el futuro de muchas personas
con el poder que se manifiesta en su vida ¿Como? Sembrando la Palabra y realizando
cada día acciones positivas de fe. Eso irá modificando su vida, el ambiente y la
generación que viene después de usted.
Vemos en la Biblia gente que se levantó para cambiar y revertir algo en bendición.
Había una situación entre Israel y los filisteos, se había levantado un gigante para
burlarse, despreciar y maldecir al pueblo de Dios. Sin embargo alguien se tenía que
levantar de parte del pueblo y la familia de Dios y ese fue David. Parecía que no era
la persona indicada, pero se levantó uniéndose a la voluntad de Dios y sintió el
respaldo de la autoridad divina. Triunfó sobre el gigante, el pueblo de Dios se levantó
a un nuevo nivel.
Siempre alguien se tendrá que levantar para que la bendición se levante hacia la
familia y hacia los que los rodean. ¿Piensa que puede ser usted? A lo mejor tomo la
modalidad de este mundo presente, nadie se habla con nadie. Pero usted tiene que
saber que donde se para, se paró la bendición de Dios para que sea liberada alrededor
de su vida. La gente en su trabajo tiene la oportunidad de cambiar la maldición en
bendición a través de su vida. Porque donde usted está, está Dios, el reino de Dios.
Para la generación presente usted es muy importante y especial, porque tiene la
oportunidad de cambiarle el destino a esa gente con la Palabra de Dios. Tiene el poder
y la autoridad en el nombre de Jesús y por la Palabra de Dios las maldiciones se
cortan.