Hace cierto tiempo mientras asistía a lecciones el profesor empezó a hablar mal de las personas que creían en Dios.
El se definía como un científico que no creía en Dios.
En realidad no se le podía llamar ateo pues creía, y mucho, en sí mismo.
Ya había dado un buen rato al tema así que no pude evitar pedir la palabra y me puse de pié.
- "Profesor", le dije, "¿Usted creería en Dios si lo viera actuando? Me refiero a que si le digo en este momento frente a todos que saque una moneda y la muestre, luego que cierre su mano y que al abrirla la moneda será otra totalmente diferente...¿creería usted en Dios?".
Luego de un breve silencio, que se me hizo eterno, y de algunas miradas penetrantes el profesor me dijo que probablemente si creería si pasaba aquel "milagro".
Tomé asiento y le dije:
- "No se preocupe profesor, así puede estar seguro que nunca creerá.
Dios no es un mago ni se presta para trucos baratos para que personas que NO QUIEREN creer lo hagan.
DECIDETE A CREER SIN VER Y LUEGO DEJALE A EL EL RESTO