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Cuando uno empieza a repartir, pronto empieza a recibir.
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¿Has notado que el trabajador más eficaz es el que generalmente está más ocupado?
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La más grande de todas las reglas del éxito es ésta: hacer a los demás lo mismo que haría si usted fuera los demás.
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La imaginación es el taller del alma, el lugar donde se da forma a todos los planes para la realización individual.
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La mente más penetrante es la que ha sido estimulada por la experiencia práctica.
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La mente sirve mejor cuanto más se usa.
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Tu verdadera edad viene determinada por tu actitud mental, no por los años que has vivido.
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Una sonrisa anima el aspecto, hace sentir mejor y no cuesta nada.
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Se puede conquistar a una persona con el afecto antes que con odio.
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Quienes generosamente dan felicidad siempre tienen grandes reservas de ella.
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El mejor momento para cuidarse es antes de caer enfermo.
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Poco das cuando das alguno de tus bienes. Es al dar algo de ti mismo cuando verdaderamente das.
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Estamos tan acostumbrados a llevar un disfraz delante de los demás, que al final no podemos reconocernos a nosotros mismos.
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Las personas que intentan hacer algo y fracasan están definitivamente mejor que los que tratan de no hacer nada y lo consiguen.
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La felicidad no consiste en tener lo que quieres, sino en querer lo que tienes.
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Saber no es suficiente; debemos aplicar. Desear no es suficiente, debemos hacer.
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El mayor acto de fe es cuando una persona decide que no es Dios.
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Ten paciencia con todas las cosas, pero ante todo contigo mismo.
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En las montañas de la verdad nunca escalas en vano.
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Cuando no podemos encontrar tranquilidad dentro de nosotros mismos es inútil buscarla en otra parte.
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Rezas cuando estás afligido y cuando estás necesitado; ojalá pudieras rezar también en la plenitud de tu alegría y en tus días de abundancia.
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Las personas se vuelven malas y culpables porque hablan y actúan sin prever los resultados de sus palabras y hechos.
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Tu vida real es a menudo la vida que no llevas.
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Si un hombre habla o actúa con el pensamiento puro, la felicidad le sigue como una sombra que nunca le deja.
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No llegamos a conocer a las personas cuando se acercan a nosotros; debemos acercarnos a ellas para averiguar cómo son.
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Vive cada día como si tu vida acabase de empezar.
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Algunas personas siempre se están quejando de que las rosas tienen espinas; yo estoy agradecido porque las espinas tienen rosas.
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Debemos cambiar, renovarnos, rejuvenecernos siempre; de lo contrario, nos endurecemos.
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Examina tu propio corazón; lo que te duele de los demás en ti mismo puede estar.
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Lo más grande del mundo es saber ser uno mismo.