LA SANA DOCTRINA
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen”.
Iº Timoteo 4:16
Pablo le dice a Timoteo cuida por tu vida y por la doctrina. Pero lo primero es la vida y luego la doctrina.
Mi vida determina la Doctrina. Lo que yo vivo es lo que va a marcar lo que yo creo. Cuando una persona descuida su vida interna le quedan dos caminos al frente para escoger. O escoje ajustar su vida a la Doctrina pura y santa de las Sagradas Escrituras o cambia la Doctrina o lo que cree para poder justificar su estilo de vida.
Por esa la Biblia dice claramente en el libro de Proverbios: “Por sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de el mana la vida”.
El grado de tu vida devocional va a determinar la doctrina.
Las fallas ministeriales no son por perdida de habilidades ni de conocimiento,
sino perdida de la deficiencia de la vida interna. Fallas en la consistencia de una vida devocional permanente.
La renovación personal a menudo precede a la renovación organizacional y
estructural. Muchos esperan que las organizaciones se renuevan, pero no, renovación comienza con el individuo no con la organización.
La renovación de la Iglesia está intrínsecamente ligada a la renovación personal
del ministro.
Los líderes que están dispuestos a permitir que Dios trabaje profundamente en sus
vidas tienen un más grande potencial para que la obra de Dios tome una nueva
dimensión en la Iglesia.
Hoy tengo el compromiso de alinear cada área de mi vida a la Palabra de Dios y al hacerlo estaré asegurando que mi vida estará llena de la pureza divina. Muchas oportunidades tendré hoy en el trabajo, en la calle y aún en la familia para comprometer los principios de la palabra de Dios. Si no estoy atento a eso afectaré mi vida persona y a la larga terminaré comprometiendo lo que creo o peor aún, cambiando la doctrina para justificar mi vida.
Señor. Hoy estoy ante tu presencia para pedirte que me ayudes a ser fiel a ti y a tu palabra y nunca sacrificar la belleza de tus principios por bagatelas de este mundo. Ante ti estaré buscando tu plenitud. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.