"¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí." Ay, ellos tenían un alto concepto acerca de la letra de la Palabra, pero desconocían que Él estaba allí, el Señor del día de reposo, el Señor del hombre y el Señor de todo.
Oh, cuando hayan aprendido una doctrina, o una ordenanza, o cualquier cosa que sea externa en la letra, pidan al Señor que los haga sentir que hay algo más grande que el libro impreso, y algo mejor que la simple cáscara de esa doctrina. Hay una Persona que es más grande que cualquier otra, y a Él debemos clamar para que esté siempre con nosotros. "Oh, Cristo viviente, haz que esto sea una palabra viva para mí. Tu palabra es vida, pero no si el Espíritu Santo no está allí. Yo puedo conocer Tu libro de principio a fin, y repetirlo de memoria de Génesis a Apocalipsis, y sin embargo puede ser un libro muerto, y yo un alma muerta. Pero, Señor, te pido que estés presente aquí; entonces en el libro voy a mirar al Señor; en el precepto voy a verlo a Él que lo cumplió; en la ley voy a mirarlo a Él que la honró; en la amenaza voy a verlo a Él que la soportó por mí, y en la promesa lo miraré a Él que es el 'Sí y el Amén.'" Spurgeon