Cuídate de no olvidarte de Jehová, tu Dios
Allí comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová, tu Dios, por la buena tierra que te habrá dado.
Cuídate de no olvidarte de Jehová, tu Dios.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias. Este era samaritano.
Jesús le preguntó: –¿No son diez los que han quedado limpios? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviera y diera gloria a Dios sino este extranjero?
Todo lo que Dios creó es bueno y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias, ya que por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios.
La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.
Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, quien perdona todas tus maldades, el que te corona de favores y misericordias.
Dt. 8:10; 11 Lc.17:15-18 I Ti.4:4,5 Ro.14:6 Pr.10:22 Sal.103:1-4
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