¡NO LLORES!
¡No llores! Me parte el alma sentir tu tristeza profunda.
Ver, como cada lágrima que derramas es un poco de esperanza que sientes que pierdes. Porque ves todas las puertas cerrarse, porque inclusive con algunas te has golpeado la cara. No encuentras salida al dilema, te sientes atrapado en un laberinto, en una red peligrosa que te atrapa sin quererlo. Piensas que no vale la pena seguirlo intentando.
Cuestionas el hecho de por qué si existe un Ser Divino que te ama, no te ayuda en estos momentos que más lo necesitas. Hoy sientes el peso y el cansancio de todas tus luchas acumuladas. Te preguntas, ¿cuándo habrá solución que disipe tu pena? Quieres volver a sonreír, dejar de sentir ese dolor que te oprime el pecho y no te deja respirar en libertad.
¡No llores, tienes a Dios y él no te va a faltar!
Su voluntad siempre te llevará hacia caminos y cosas mejores.
Tú no puedes ver lo que hay más allá, solo puedes observar lo que ves de frente, pero Dios tiene un mejor panorama de todo.
Tu mente llega hasta un límite de pensamientos, pero la de Dios es infinita y sus planes para contigo son maravillosos. Tú puedes ir quizás por caminos equivocados, pensando que estás en el correcto, pero si te dejas guiar por Dios, él te llevará hacia uno que tiene un fin muy bueno.
Todo pasa, prevalece ante dolor, deja que él disipe tu tristeza.
Volverá la primavera a llenarte de alegría. Ese invierno que has sentido en tu alma, solamente será un mal recuerdo que lograste superar. Tú serás fuerte, aguantarás como el roble, que a pesar de las tormentas se mantiene firme.
¡Sí, espera en Jehová y recibirás “tu tierra prometida”!
Autora: Brendaliz Avilés