El tiempo y la vida
Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.
Libro: Hacia las cumbres
¿Amas la vida? Entonces, no desperdicies el tiempo, porque es la materia de la que esta hecha la vida.
Si sumas el tiempo que malgastas en una semana, quedarás asustado. Si sumas el tiempo perdido en un año, no lo creerías. Y, si juntas al final de la vida todo el tiempo desperdiciado, te sentirás abrumado al constatar que perdiste años enteros en la inutilidad.
La vida es demasiado valiosa, y está compuesta de tiempo. No es bueno “matar el tiempo”, como suele decirse tristemente, sino salvarlo, redimirlo, haciéndolo rendir al máximo.
Decía Gregorio Marañón: “Yo soy un trapero del tiempo”. El tiempo es oro –se dice-, el tiempo es dinero. Es mucho más que eso. Perder el tiempo es como perder algo de la vida. Decía un sabio: “Yo sé que toda la vida humana se gasta y se consume bien o mal, y no hay posible ahorro. Los años son esos y no más, y la eternidad es lo sigue a esta vida. Gastarnos por Dios y por amor a nuestros hermanos en Dios es lo razonable y seguro”.
El tiempo es la materia de la que está hecha la vida. Matar el tiempo equivale a matar la vida.