Sendas Rectas.
No ve él (Dios) mis caminos, y
cuenta todos mis pasos? – Job 31:4.
• Te haré entender, y te enseñaré el
camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. – Salmo
32:8.
Después de un recorrido de 500 km. en una
avioneta que nos permitió atravesar casi toda Francia, el piloto nos enseñó en
una pantalla la grabación de la trayectoria del vuelo.
La ida se había hecho de forma rectilínea,
pero el regreso no fue lo mismo.
Los múltiples cambios de rumbo, las curvas
y los retornos revelaban las dificultades que el piloto había encontrado debido
a las condiciones climáticas.
Si los
instrumentos modernos nos permiten verificar a cada instante el camino
recorrido, también sabemos que Dios ve todos nuestros pasos. “Vigiló todas mis
sendas”, decía Job (Job 33:11). Y nos invita
a hacer “sendas derechas” para nuestros pies (Hebreos
12:13).
Bien reconocemos que a menudo las
dificultades de la vida nos han obligado a hacer rodeos.
Nos fuimos a la derecha o a la izquierda
para esquivarlos o para buscar socorro.
Además, las distracciones y los múltiples
centros de interés que ofrece nuestra sociedad podrían hacernos desviar del
camino por el cual Dios quiere que andemos, para su gloria y nuestra
felicidad.
¿Cuál es ese camino? Jesús
dice: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida” (Juan 14:6). ¿A
dónde nos conduce? Hacia Cristo en la gloria (Hebreos
12:2). ¿Cómo distinguirlo entre tantos caminos? Leyendo la Palabra de
Dios, la Biblia. “Lámpara es a mis
pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo
119:105).
Tomado:Amen
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