PIENSA CON EL CORAZON Y ENCONTRARAS TU RAZON

En verdad amigas, que la mujer moderna no está dispuesta a sacrificarse por nada ni por nadie que no sea para obtener (sea como sea), su propia satisfacción personal.

Es una especie de egoísmo bien inducido, que no parece tener antecedentes ni principios básicos de moralidad ni buen juicio.

Las chicas de la actualidad, se han hecho muy cómodas y prácticas, pero también muy hábiles y famosas por su superficialidad y su mínimo interés por ejercer los derechos íntimos de su propio corazón. Todo lo quieren conseguir de manera muy fácil y sencilla, haciendo uso de sus absurdos chantajes sentimentales, exhibicionismos, modas, enganches, o haciendo gala desproporcionada de una razón atormentada o de ideas casi obsesivas y enfermizas.

El corazón de la mujer tiene razones, que la razón misma no entiende es cierto, pero esto qué trabajo nos da entenderlo y vivirlo, sobre todo para aquellas mujeres que se ponen en oferta, se rebajan y se abaratan en el afán de encontrar un amor y que consideran que el hombre adulador (sobre todo), lo es todo y que sin ese hombre no pueden vivir. Confunden el amor con sus pasiones, se obsesionan, se desvían, se extravían y… Se adaptan al hombre que les habla bonito… ¡Aunque esté casado!

En ese estado tan lamentable de las cosas, es muy difícil que mujeres así, con esos hábitos, costumbres y vicios; cambien su mentalidad y el rumbo de sus vidas. Les resulta más fácil y cómodo bailar al son que les tocan y meterse de lleno a experimentar emociones fuertes. O viceversa; mujeres hay jóvenes, no tan jóvenes, casadas y comprometidas que buscan diversión y terminan divertidas si; pero sólo por un rato, porque su juego se les convierte en una trampa, que cuando quieren parar, no encuentran la salida. Se sienten en un callejón asfixiantemente oscuro y denso, confuso, atrapadas en su propia desesperación y angustia. Se espantan y hasta llegan a pensar: ¡Dios mío qué he hecho… hasta dónde he llegado, y ahora qué voy a hacer!

¡No permitas que saqueen cobardemente tus valores morales, ni los de tu hogar!
Saca a patadas al ladrón de tu casa, que nada tiene que estar haciendo un extraño allí en la intimidad de tu morada, que es… ¡Tu propio corazón!

Un hombre que realmente ama a una mujer… ¡LA RESPETA, LA VALORA Y LA CONSERVA! no le anda pidiendo ningún tipo de pruebas ni favores: “Ayúdame”, “Préstame”, “Apóyame luego te recompensaré”, “Dame”, “Atiéndeme”, “Sacrifícate por mi”, “Demuéstrame tu amor”, etc. La mujer no tiene ninguna necesidad de sacrificarse a tal grado por conseguir el amor de un hombre, ni tiene porqué demostrarle nada a él ni a nadie, ¿Saben porqué amigas? ¡Porque ni la mujer ni su amor están, ni nacieron para estar a discusión! ¡LA MUJER ES SAGRADA Y SE LE RESPETA COMO TAL!

Por lo tanto, pensar con el corazón mis amigas del alma, significa aprender a conservar la integridad femenina, darte a valer, darte a respetar, darte a desear, defender tu dignidad, fomentar tu honestidad, cuidar tus valores, tu ética humana, desarrollar las buenas costumbres y maneras.  ¿Por qué tienes que entregarle todo lo que es tan íntimamente tuyo a un perfecto desconocido y encima llevárselo hasta su domicilio? ¡El que quiera azul celeste que le cueste! Y si realmente le interesas como mujer a aquel hombre. ¡Que te conozca tal como eres y que te gane! ¡Que vaya por ti, hasta las puertas de tu casa! ¿Qué, no se dice ser tan hombre? ¡Pues que te lo demuestre él a ti… y punto! ¿Tú por qué?… Si no lo hiciere así, es que se trata de un hombre por el que ni siquiera vale la pena luchar en la vida. ¿De acuerdo mis corazonadas de luz.?