Carta (comentada) de un padre a su hija
Por considerarlo de un valor sentimental incalculable, he querido publicar y comentar, con la debida autorización, parte de una carta que un amigo le envió a su hija y, que por su amistad de muchos años me hizo llegar, con la intención de intercambiar ideas al respecto. Y es que a veces pasan cosas que nos hacen sentir mal, la peor es una decepción. Pero la decepción no es una derrota, es el principio de un aprendizaje que espera sea asimilado.
Cada ser humano es diferente, cada quien tiene sus motivaciones, sus reacciones, posee sus sentimientos y asume sus responsabilidades totalmente distintas, lo que determina si tendremos cortas o numerosas decepciones. La vida es eso, es tropezar y caer… y volver a levantarse, es la perenne enseñanza y alcance de la dinámica existencial con su entorno y con uno mismo.
“Querida hija, jamás el ser humano se siente peor que cuando lo decepciona alguien de su naturaleza íntima. ¿Sabes por qué? Porque hay personas a las que no debes decepcionar: a tus padres, a tus amigos, a Dios, pero; muy especialmente no debes decepcionarte a ti misma. Porque tal vez no seas la mejor persona del mundo, que ha cometido errores, que ha tenido tropiezos y fracasos, pero eres única, original, incipiente con la suficiente capacidad para aprender que eres parte de esta vida, que no debes ser tan prepotente para llegar a sentirte decepcionada de ti misma y mucho menos perder la Fe en tu Padre, que siempre trata de orientarte en lo que puede y busca cariño y comprensión, pero que por tu juventud no lo aceptas.”
(Comentario)… Hay personas a las cuales puedes querer con todo tu corazón, las quieres tal y como son, pero hay ocasiones en las cuales te pueden decepcionar, pueden no ser lo que siempre creíste, pudiese haberse creado una imagen que no era, eso no importa porque sigues queriendo a esa persona tal y como es, con sus virtudes, con sus errores, por lo que son…
“¡Hija! ¡Sigues siendo mi hija! Pero ya no te molestaré más. Ya descubrirás que la razón por la que procedes así, es porque no actúas con el cerebro sino con el corazón y que te has dejado por tu ímpetu juvenil, influenciar por personas ligadas unas y otras muy ajenas a tu vida y a lo que eres: Un ser humano diferente de todos, que debe valorarse y seguir adelante y acosar tu mente y corazón para hacer lo que sientes, sin la influencia de nadie, como única forma de jamás decepcionarte de ti, ni de decepcionar a los demás de tu contexto familiar”.
“Hija aprende cual es la verdadera receta contra las decepciones para cuando te toque: Sólo tienes que creer en ti y hacer, repito; lo que tu mente y corazón te dicte, porque siempre acertarás. Aprende a quererte a ti, así como quieres a tu madre y a tus hermanos, a tus tíos y a tus primos, así como quieres a tus amigos, con defectos y virtudes; tal y como son.
Toma en cuenta que, la juventud es un instante de la vida, que recorremos junto a algunas personas y como ninguno de nosotros somos iguales, jamás habrá la seguridad de que las cosas salgan como tú lo esperas, y que podemos tener las características físicas para ejercer un oficio, la preparación y la experiencia para asumirlo, pero si no tenemos una actitud positiva o una buena disposición para arrogarse lo que hacemos, toda esa capacidad y esas características que nos hacen ser idóneos para algo, se quedan en nada y toda pasa… Pasan los años y uno no se da cuenta.
Todo lo hace el empeño que le pongas a las cosas, las ganas, la energía que tengas para hacerlo y sobre todo la buena cara con que hagas las cosas, eso es suficiente para que en la vida triunfes y logres eso que mucho anhelas, y que son mis mejores deseos.”
(Comentario)… La mente hace el cuerpo, la mente habita en un cuerpo de carne y hueso y en esta mente se halla el elemento que influirá en lo que ocurrirá en el futuro. Observemos cuando hablemos y descubriremos qué pensamos, para no decir lo que pensamos, pero; si pensar lo que vamos a decir y nunca más creernos infalibles en la vida.
Es de esta manera que podremos crear la realidad a partir de las decisiones, que son como portones abiertos a contextos nuevos, algunos de armonía y otros de sufrimiento. Somos lo que creemos según lo que pensemos acerca del mundo. ¡Así lo percibiremos!
“Siempre te he dicho que no me quieres. ¡Eso no importa! Pero trata de mejorar, de cambiar tu carácter o de tu forma de pensar, seguramente creerás que eso es algo imposible. Pero si es posible, pues para transformarte en alguien mejor, no es necesario que dejes de ser lo que eres. Puedes limar las asperezas de tu carácter, pudieras ser más comprensiva y abrir tu mente a nuevas ideas y experiencias que la vida te irá dando poco a poco.
Así siendo tu misma, optimizarás tu existencia a través de tus Pensamientos, de tus decisiones y de tus acciones... Sin influencias de nadie y de nada. Y muy trascendental que cultives esos pensamientos, pues tarde o temprano se transforman en realidad, y el tiempo pasa… Y pasa...
“Cuida tus palabras, ya que éstas se traducen en decisiones. Vigila tus decisiones, porque con el paso del tiempo se convierten en acciones. Custodia tus acciones, porque éstas se vuelven hábitos. Vela tus hábitos pues ellos estructuran tu carácter, y principalmente atiende tu carácter ya que él crea tu Destino.
“Hija todos los días estas tan cerca de mí pero no te puedo tocar, ni siquiera hablamos, como mi corazón lo desea, ¡Qué triste! no sé cuánto más resista mi corazón que lo único que hace es pensar en ti. A cada instante estás en mis pensamientos y de ahí no te puedo sacar, mi mente me dice que no le “pare”, que sólo me hago daño, pero mi corazón me indica lo contrario, que es imposible, que lo que él siente por ti es tan grande como el mismo Universo, cosa que entenderás cuando seas madre. Le pregunto a mi Dios que tengo que hacer para ganarte, pero no me da una respuesta.
Les pregunto a mis amigos y me dicen que no me haga ilusiones, tú nunca te fijarás en mí como el papá soñado, pero tú, en mis sueños, eres mi hija idealizada y sólo en sueños te puedo hablar como deseo, te puedo sentir como lo quiero y te puedo besar como la hija que consiente todo padre. En la realidad eres simplemente mi hija. Al Todopoderoso le pido que no me deje despertar de mis sueños que son tan hermosos. Quiero seguir durmiendo para que continúes siendo la hija anhelada, aunque sé que al despertar al fin y al cabo, tú estarás tan cerca y a la vez tan lejos.”
(Comentario)… Suele suceder tanto como queramos, que pongamos tantas ilusiones en las cosas, que cuando no suceden como las esperábamos sentimos un vacío, un sentimiento de rabia y una emoción de tristeza, que unidos, llamamos decepción. Tal vez sea porque no obtenemos la atención requerida, porque las cosas no resultaron como esperábamos, porque tuvimos un fracaso, porque las personas a quienes apreciamos no las valoramos, ni nos valoraron los esfuerzos…
Porque… Bueno, en fin… A mí también me da miedo despertarme, darme cuenta y aceptar que la vida real es muy dura y cruda, que no siempre hay finales felices, que no siempre el bien vence sobre el mal y que en la vida, no todo es blanco o negro, sino que existe un espacio gris, que es donde la mayoría de la gente vive y no se da cuenta por su ignorancia y sus sentimientos de odio… Al final la vida es un soplo y todo se acaba cuando menos lo esperamos.
Colaboración de Ramón Morillo
Venezuela