REFLEXIÓN VIERNES 18
DE OCTUBRE DE 2013.
“La muerte y la vida
están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”
Proverbios
18:21.
¿Cuántas palabras
edificantes y agradables pueden salir de nuestra
boca? Es seguro que:
¡Todas las que
queramos! Tenemos en la
palabra que sale de nuestros labios, la capacidad de edificar ó de destruir
anímicamente a otros. Dios nos ha regalado algo que nos distingue de los
animales y que nos permite expresar nuestras ideas y nuestros sentimientos. Él
nos dio la facultad de poder hablar. ¿Cómo estás
utilizando ese regalo?
Dice la Escritura:
“Existe el que habla
irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los
sabios es una curación” Proverbios
12:18. Quien habla
irreflexivamente es como quien da estocadas con una espada. Palabras dichas sin
pensar, muchas veces causan profundas heridas que pueden doler más que si una
espada nos atravesara el corazón.
Son tus palabras
como espadas ó son como dice el proverbio “Pero la lengua de los
sabios es una curación” Proverbios
12:18b. Una palabra
bondadosa, dicha a tiempo, puede ser medicina que sana muchos corazones heridos
y restablece buenas relaciones. Las palabras que salen de nuestros labios tienen
mucha fuerza. Pidámosle a Dios que nos ayude a usarlas, no para lastimar a las
personas, sino para aliviarlas.
Las palabras
calmadas de una lengua bondadosa son tan refrescantes como el rocío y tan
reconfortantes como un bálsamo. En cambio, los comentarios malintencionados de
una lengua perversa, le pueden destruir el ánimo a
cualquiera.
ORACION
“Soberano
Dios y Padre Celestial:
Gracias Por el regalo precioso de poder hablar y la libertad que nos diste de
hacer buen ó mal uso de este don. Ayúdame a usar las palabras de mi boca para
curar y nunca para herir. Que ellas sean medicina para todos aquellos que me
escuchan. Tu palabra, oh Dios, me consuela, me anima y me reconforta. Enséñame a
hacer lo mismo con todos los que me rodean. Que mis palabras sean tan
refrescantes como el rocío y tan reconfortantes como un bálsamo. Te lo pido, en
el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y
Amén.
-FELIZ
FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ