“HOY QUIERO QUEMAR TODOS LOS PUENTES DOLOROSOS DE MI PASADO Y CAMINAR HACÍA EL FRENTE, MIRANDO AL FUTURO CON ALEGRÍA”
Hace poco me topé con esta, para mi inmensamente bella frase, la hice mía y me quedé con ella; además supe que tenía que escribir algo sobre lo que dice en alguna ocasión.
Quién me puede decir que no tiene puentes dolorosos en el pasado de su vida?.......puentes de cualquier tipo, relaciones maltrechas, heridas que alguien nos produjo que nos han dolido demasiado, casi destruido, decepciones……..miles y miles de cosas pueden llegar a ser “puentes dolorosos de nuestro pasado”. En una ocasión conocí a alguien que conservaba una carta como prueba de todo su dolor; pero no sólo la referida carta llevaba implícito para esta persona todo su dolor, también llevaba rencor, amargura, falta de perdón………estaba amarillenta, había estado entre sus bolsillos y dentro de su corazón por más de cincuenta años.
Si!!, es cierto!, puedo hasta comprenderlo, pero jamás justificarlo.
La Palabra de Dios nos habla de las raíces de amargura y nos dice que nos estorban para poder crecer.
El Padrenuestro dice literalmente: “Perdónanos nuestras faltas; así como nosotros perdonamos a nuestros deudores” y la Biblia dice que no se ponga el sol sobre nuestro enojo.
Sé muy bien que hay cosas y cosas, heridas y heridas…..laceraciones y laceraciones; pero también sé lo que es vivir anclándose en un pasado doloroso que se recuerda vez tras vez sin poder salir de él por nuestras propias fuerzas y ahí es donde el diablo toma la partida y es capaz de ganarla. A no ser que nos sometamos al señorío de Cristo.
El diablo es el engañador por excelencia y sabe muy bien como agarrarnos, hacer que nuestras neuronas funcionen bien y no olviden muchas cosas y nos hagan recordar una y otra vez los puentes dolorosos del pasado de nuestras vidas o incluso de nuestros propios errores, quitarnos el gozo y conseguir que de nosotros mismos no salten ríos de agua viva, además de no permitirnos vivir una vida prometida por Jesús a los suyos plena y abundante.
Recordáis a María Magdalena?......siete demonios de los que Jesús la liberó, la transformó en una nueva mujer y su amor por su Señor era infinito e incondicional.
Y qué me decís del endemoniado de Gadara?....legión!!!! legión de demonios tenía dentro. Quería seguir a Cristo, pero Él le dijo, “Ve a los tuyos y diles cuan grandes cosas ha hecho Dios contigo”. Podría seguir y seguir dando ejemplos durante horas………Qué os parecería que tanto María Magdalena como el endemoniado de Gadara rememoraran, de vez en cuando, su doloroso pasado y quedaran atrapados en el dolor y la amargura??.......en vez de eso su vida cambió radicalmente y no podían sino estar felices a causa de la liberación de sus puentes dolorosos del pasado sanados por el Divino Maestro.
Cómo está tu vida en relación a esto?....vives con amargura recuerdos que te causan dolor y de los que no eres capaz de liberarte?. Eres incapaz de perdonar?....todavía guardas en tu mente y en tu corazón además de en tu bolsillo “la carta amarillenta de hace cincuenta años?”.
Esta mañana me he hecho una promesa a mi misma, las palabras con las que comienzo este artículo: “HOY QUIERO QUEMAR TODOS LOS PUENTES DOLOROSOS DE MI PASADO Y CAMINAR HACÍA EL FRENTE, MIRANDO AL FUTURO CON ALEGRÍA” y, simplemente sonrío tranquilamente, mirando hacia mi futuro en tranquilidad y con confianza, sabiendo que mi vida descansa en las todopoderosas manos de mi Dios de amor y disfrutando de la bendita paz que produce el perdón.
Te unes a esto conmigo??..... te aseguro que merece la pena.