“…TU FE TE HA SANADO” (Lucas 17:19;NVI)
Lucas nos relata: “Y aconteció que yendo Él a Jerusalén, pasaba por medio de Samaria… Y viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos. Y alzaron la voz, diciendo:
Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.
Y como Él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios”(Lucas 17:11-14;RV Antigua) En la época de Cristo, los leprosos eran marginados sociales, por lo que vivían apartados de la sociedad.
El problema es que no puedes mejorar si sigues rodeado de personas que adolecen de lo mismo que tú. Por eso necesitas llevar el problema a Jesús. Fíjate en las palabras “pasaba por medio”. Jesús no fue al campamento de los leprosos, sólo pasaba por allí.
¿Qué haces cuando estás perdiendo la vida, a tu familia, tu gozo, tus finanzas, etc. y pareciera como que Jesús no está mirando en tu dirección?
Te frustrarás cuando sientes que Dios está bendiciendo a todos menos a ti, y te preguntas: ‘
¿Señor, cuando es mi turno?
Te he servido fielmente, y sin embargo parece que le prestas atención a todo el mundo menos a mí.’ Es hora de clamar: ‘¡
Jesús, ten misericordia de mí!’
Deja de lado tu dignidad y tu decoro; las personas desesperadas hacen oraciones desesperadas, y Dios las responde.
Notemos que cuando Jesús pasaba por medio de los leprosos, éstos no gritaron ‘¡Inmundo!’ como indicaba la ley, sino que se saltaron el protocolo.
Cuando estás en una situación crítica, a veces tendrás que saltarte algunas convenciones y hacer lo que hizo David: “A gritos pido ayuda al Señor y Él me contesta desde su monte santo”( Salmo 3:4; Dios Habla Hoy )Venga, si quieres una respuesta, ¡pon tu fe en acción!