REFLEXIÓN VIERNES 29 DE NOVIEMBRE DE 2013.
“Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.” Salmo 103:13.
Sin interesar si las dificultades que atravesamos son grandes ó pequeñas, no dejan de ser importantes para Dios. Algunas personas dicen que es egoísmo molestar a Dios con nuestras pequeñas necesidades personales, comparadas con las enormes necesidades del mundo que Dios enfrenta.
Como padres siempre estamos atentos a las necesidades de nuestros hijos, por pequeñas que estas sean. Cuando se caen y se golpean siempre corren a nosotros buscando nuestra ayuda, porque encuentran en nosotros compasión y ternura. “Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.” Salmo 103:13.
Dice la Escritura: “Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré”.Isaías 49:15. Dios dice que aunque una madre puede olvidar tener compasión de su hijo, Él nunca se olvida. Dios nos tiene esculpidos en las palmas de sus manos.
Esa intimidad con Dios pertenece a aquellos que le temen y se apoyan en Él y no en ellos mismos. Nosotros también podemos correr a hacia Dios con nuestros problemas diarios. Su tiempo y su amor para cada uno de sus hijos no tienen límites. No hay necesidad nuestra, que no sea importante para Él.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque siempre estoy en tu mente y tu mirada siempre me contempla. Nada de lo que a diario vivo es ajeno a ti. Gracias porque en ti puedo refugiarme en cualquier dificultad de mi vida, porque en tus brazos encuentro misericordia, consuelo y dirección. Tu misericordia es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que te temen, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ