TUS PADRES; LOS MIOS; LOS NUESTROS
Cuando nos unimos a alguien tendemos a pensar en casi todo menos en los suegros. Pero los suegros vienen indirectamente incluidos en la relación.
A veces no queda más remedio que tener una relación muy cercana con ellos, incluso puede que uno o ambos tengan que vivir en la casa de los suegros durante un tiempo.
Damos por sentado que cuando esto ocurre, seremos tomados en cuenta como un hijo/a más y que seremos una gran familia, pero es necesario tomar en cuenta que debemos estar en buenos términos con ellos, para que nuestra unión funcione bien desde un principio.
Algunas veces es difícil estar de acuerdo con todo lo que los suegros dicen, pero no por ello debemos o podemos faltarles al respeto, porque nos guste o no, ellos son parte de nuestra relación, especialmente si vamos a vivir en la misma casa, cosa que muchas veces sucede.
Es normal o así se piensa que la madre del esposo sienta a la nuera como una intrusa, le llevará tiempo acostumbrarse a la idea de que el hijo ya tiene su propia familia y que ya no necesita de los cuidados que hasta hace poco le daba la madre.
Por otra parte, si se quedan viviendo en la casa de la esposa, la madre de ella siempre estará pendiente de “proteger a la hija”, que no la traten mal y de que la consientan como cuando estaba soltera. Se dan infinidad de historias en estas situaciones, es muy común escuchar comentarios desagradables acerca de los suegros, especialmente acerca de la suegra, tanto de los padres de él como de los de ella:
Son unos entrometidos, no me dejan corregir a mis hijos”.
Quieren opinar en todo, no quieren que yo haga las cosas a mi manera”.
Quiere que en mi casa se hagan las cosas como en la de ella”.
Cuanto más lejos de mis suegros, mejor”
De cualquier manera, ya sea que se viva en la casa de la esposa o del esposo, o que se tenga una relación constante o esporádica, imprescindible estar en buenos términos, guardando el debido respeto, para beneficio de nuestra relación.
Consejos para la relación con los suegros y pareja:
Actúa con inteligencia y educación.
Esto no significa que estés contenta o de acuerdo con lo que ellos dicen, hacen o quieren que hagas en tu propio espacio.
No es necesario y no debes competir por el amor de su hijo,ellos son una parte importante de nuestro matrimonio.
No pretendas cocinar ni igual ni mejor que tu suegra, las costumbres de la casa materna son totalmente diferentes y cada uno hace las cosas lo mejor que puede sin competir.
Pon límites razonables para tus padres, después de todo quien está a cargo de tu propia casa no son ellos.
Toma decisiones con tu esposo, independientemente de los padres, pero aceptando sugerencias cuando lo consideren pertinente.
No pretendas que tu esposo haga las mismas tareas que realizaba tu esposo. Por ejemplo, si tu padre se encargaba de cuidar el jardín, puede que tu esposo no quiera hacerlo y prefiera pagar a alguien para que lo cuide.
Date lugar para tu privacidad de pareja, nunca hagas planes con tu esposo frente de tus padres, hazlos en la privacidad de tu espacio; si lo haces delante de tus padres o suegros les estarás dando lugar para que opinen e intervengan.
Que ambas partes tengan buena predisposición para establecer una buena relación con los suegros puede ser algo determinante en el futuro de tu matrimonio; es necesario desde el principio de la relación, determinar los limites, tanto de tus padres, como de tus suegros; no se te debe olvidar que tu esposo, también es un agregado de tu familia, como lo eres tú de la familia de él.
Debemos ser conscientes de que una pareja y un matrimonio es cosa de dos, una tercera o más personas, ya es muchedumbre. Los suegros de ambas partes pueden ser el amor, el apoyo y la experiencia, pero no se les puede permitir que se conviertan en el control ni en la intromisión. Si todos guardamos el respeto, el equilibrio, la cortesía, la educación y consideración para los demás, podremos lograr familias más felices.
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