Nuestro potencial, un regalo divino
Hoy en día existen muchas formas de salir adelante, y cada una de nosotras podemos sobresalir en el lugar en el que nos encontramos.
Todas tenemos un regalo único que Dios nuestro Padre nos ha dado, un tesoro que nos ha brindado. ¿Y cuál es ese regalo? ¡Nuestro potencial!
¡Tú tienes un gran potencial!
¿Pero qué es un potencial? Un potencial es un don, un talento, una capacidad, una habilidad, una virtud. Aquí en la tierra cada una de nosotras somos únicas… ¡no existe nadie igual a nosotras! Y nos toca, a cada una, aprovechar eso único que tenemos, eso que nos diferencia de todas las demás. ¡De nosotras depende saber utilizar y disfrutar ese potencial!
Descubrir nuestro potencial puede que se convierta en todo un reto, en algo que nos motive a sacarnos el brillo.
Muchas nos hemos dedicado, quizás, a trabajar en cualquier trabajo que se nos presenta, pero deberíamos tener en cuenta ese potencial que tenemos: sería bueno tratar de dedicarnos a eso que nos hace brillar. Y muchos quizás trataran de desanimarte (y otros a alentarte), pero cuando sientas que eso es lo mejor para ti, habrás encendido las llamas de tu potencia.
Nadie está destinado al fracaso, ni mucho menos a ser un perdedor. Aquí Dios te ha dado un talento especial, un potencial… pero sólo de ti depende el cultivarlo. No te dejes llevar por las situaciones negativas, que muchas veces nos envuelven en el dolor y la desesperación. Todos caemos en algún momento (nadie se escapa de eso), así que si es necesario, perdona y perdónate por cada error cometido.
Piensa y siente que tienes un padre maravilloso que está aquí para darte todo su amor. Un padre que está dispuesto a escucharte siempre. Si aún no sabes qué puede ser eso especial que tienes, pídele a Dios que te ilumine: quizás seas una buena escritora, una motivadora… quizás sepas hacer las tortas más ricas que nadie.
Por más pequeño que sea tu potencial, no lo abortes… ¡Dale Vida! ¡Dale amor! ¡Ámate siempre! Procura encontrar siempre la paz en tu corazón para que sepas hacia qué camino ir. Pero ten siempre fe en Dios, así como nos ha enseñado Cristo Jesús.
Dios tiene un plan hermoso para ti, pero también necesita que tú pongas un poquito de tu parte. No has venido aquí al mundo sólo porque tus padres genéticos lo han querido, sino también porque el propósito de Dios para ti es grande y maravilloso. Además, sólo el hecho de ser mujer ya es un gran privilegio.
Enamórate de ti misma, siéntete como un ser maravilloso, disfruta de cada momento de tu vida. Y haz brillar lo que puedes valer…
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