REFLEXIÓN VIERNES 13 DE DICIEMBRE DE 2013.
“Dios perdona todos tus pecados y sana todas tus enfermedades. Él salva tu vida de la muerte; te corona de fiel amor y compasión. Te bendice en abundancia, te rejuvenece como el águila cuando muda el plumaje.” Salmo 103:3-5.
Si nos detuviéramos unos segundos diariamente para contemplar y agradecer todos los beneficios recibidos de la mano de Dios, de seguro nos quedaríamos asombrados de todas las maravillas que El hace en nuestras vidas. Podemos ver su naturaleza generosa, en su manera de amarnos.
Cada día nuestro Padre Celestial colma nuestro camino de innumerables dádivas, para que las disfrutemos y nos da los momentos precisos para hacerlo. “Todo lo bueno que hemos recibido, todo don perfecto que viene de arriba es de Dios, del Padre creador de los astros del cielo, en quien nunca hay cambio ni sombra.” Santiago 1:17.
¿Has considerado hoy tus inmensas bendiciones? Crees que hay motivos más que suficientes para levantar tus manos al cielo y decirle al Altísimo: -Gracias porque cada día me colmas de tus beneficios-en lo material, en lo espiritual y en los físico. Gracias porque eres poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque perdonas todas mis iniquidades y sanas todas mis dolencias. Gracias porque salvas mi vida de la muerte y me coronas con tu fiel amor y compasión. Gracias porque me bendices en abundancia; me rejuveneces como el águila. Supremo y Eterno Dios, eres compasivo y misericordioso, eres paciente y abundas en tu fiel amor. Abres tu mano y me colmas de tus beneficios; te alaba mi alma, su alabanza estará de continuo en mi boca. Bendice alma mía al SEÑOR y no olvides ninguno de sus beneficios, en el poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ