Sabrás de la pena y el dolor de estar con muchos y estar vacío. Sabrás de la soledad de la noche y de la longitud de los días. Sabrás de la espera sin paz y de aguardar con miedo. Sabrás de la soberbia de aquellos que detentan el poder y someten sin compasión. Sabrás de la deserción de los tuyos y de la impotencia del adiós. Sabrás que ya es tarde y casi siempre es imposible. Sabrás que eres tú el que siempre da y sientes que pocas veces te toca recibir. Sabrás que a menudo piensas distinto y que tal vez no te entiendan.
Pero sabrás también: Que el dolor, redime. Que la soledad, cura. Que la fe, agranda. Que la esperanza, sostiene. Que la humildad, ennoblece. Que la perseverancia, templa. Que el olvido, mitiga. Que el perdón, fortalece. Que el recuerdo, acompaña. Que la razón, guía. Que el amor, dignifica.
Porque lo único que verdaderamente vale es aquello que está dentro de ti, y por encima de todo, está Dios. Sólo tienes que descubrirlo y así hallarás la verdadera paz. Juan XXIII