El amor hace que la complicidad entre una pareja sea casi absoluta. Es frecuente encontrar frases de amor y de poesía en la que se menciona que incluso el corazón de los enamorados laten al unísono, o que se respira el mismo aire que el otro. Lo curioso es que esto responde a un hecho físico real.
Emilio Ferrer, profesor de psicología de la Universidad de California, ha demostrado que querer a alguien provoca también multitud de cambios físicos comunes. «Las pruebas demuestran que la conexión entre dos personas no es sólo emocional sino fisiológica, real y tangible», explicó Ferrer.
En un estudio recientemente publicado en el Journal of Psychophysiology, un equipo de investigadores de las universidades de California, en Davis, y de Arizona, ha concluido que entre los enamorados se produce una sincronización de algunos de sus fenómenos fisiológicos.
EL EXPERIMENTO
Este resultado surgió de un experimento con 32 parejas formadas por personas que mantenían viva una relación afectiva, incluyendo novios, parejas y matrimonios.
Las instrucciones eran sencillas: las dos personas tenían que sentarse relajadas y esperar en silencio a que se les midiera la temperatura, la presión arterial y otras constantes vitales. Después, se evaluaron las mismas variables mezclando a los voluntarios, de forma que no coincidieran con su pareja.
El equipo de Ferrer no salió de su asombro cuando descubrió que los corazones de los enamorados latían a la vez y que el tiempo de la inhalación y exhalación del aire que respiraban era prácticamente el mismo. Toda una prueba para demostrar la potencia que puede tener el cariño hacia alguien.
A su vez, y para corroborar las conclusiones obtenidas, los investigadores llevaron a cabo el mismo experimento mezclando a los miembros de varias parejas entre ellos. En este caso, en cambio, el latido del corazón y la frecuencia respiratoria no coincidieron.
Según estos expertos, lo primero que empieza a funcionar de manera sincronizada es la respiración en cuanto a su frecuencia, esto es, el tiempo de inhalación y exhalación resulta similar.
Lo mismo ocurre posteriormente con el ritmo cardiaco, lo que, en esencia, hace cierta la creencia popular de que los corazones laten a la vez cuando están unidos por lazos de amor.
Además, el experimento ha mostrado que las mujeres tienen una mayor tendencia a ser ellas las que «acomodan» su respiración y su ritmo cardíaco al de sus parejas. . «Tal vez sea una señal de que las mujeres se adaptan más a su pareja y tienen más empatía», ha destacado el experto.
Emilio Ferrer, profesor de psicología de la Universidad de California, ha demostrado que querer a alguien provoca también multitud de cambios físicos comunes. «Las pruebas demuestran que la conexión entre dos personas no es sólo emocional sino fisiológica, real y tangible», explicó Ferrer.
En un estudio recientemente publicado en el Journal of Psychophysiology, un equipo de investigadores de las universidades de California, en Davis, y de Arizona, ha concluido que entre los enamorados se produce una sincronización de algunos de sus fenómenos fisiológicos.
EL EXPERIMENTO
Este resultado surgió de un experimento con 32 parejas formadas por personas que mantenían viva una relación afectiva, incluyendo novios, parejas y matrimonios.
Las instrucciones eran sencillas: las dos personas tenían que sentarse relajadas y esperar en silencio a que se les midiera la temperatura, la presión arterial y otras constantes vitales. Después, se evaluaron las mismas variables mezclando a los voluntarios, de forma que no coincidieran con su pareja.
El equipo de Ferrer no salió de su asombro cuando descubrió que los corazones de los enamorados latían a la vez y que el tiempo de la inhalación y exhalación del aire que respiraban era prácticamente el mismo. Toda una prueba para demostrar la potencia que puede tener el cariño hacia alguien.
A su vez, y para corroborar las conclusiones obtenidas, los investigadores llevaron a cabo el mismo experimento mezclando a los miembros de varias parejas entre ellos. En este caso, en cambio, el latido del corazón y la frecuencia respiratoria no coincidieron.
Según estos expertos, lo primero que empieza a funcionar de manera sincronizada es la respiración en cuanto a su frecuencia, esto es, el tiempo de inhalación y exhalación resulta similar.
Lo mismo ocurre posteriormente con el ritmo cardiaco, lo que, en esencia, hace cierta la creencia popular de que los corazones laten a la vez cuando están unidos por lazos de amor.
Además, el experimento ha mostrado que las mujeres tienen una mayor tendencia a ser ellas las que «acomodan» su respiración y su ritmo cardíaco al de sus parejas. . «Tal vez sea una señal de que las mujeres se adaptan más a su pareja y tienen más empatía», ha destacado el experto.
Fuentes: Agencia
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