REFLEXIÓN VIERNES 24 DE ENERO DE 2014.
“Y dijo: (Jesucristo) En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”Mateo 18:3
Alguien me preguntó y parecía una broma, como metería yo una Jirafa en una nevera normal. Lo pensé varios segundos. Lo primero que consideré fue su enorme tamaño y el reducido espacio de la nevera. Divagué en mi mente y consideré hasta la posibilidad de desarmar el animalito. Finalmente, un poco avergonzado y para no pasar por ignorante, mejor respondí: -No sé cómo hacerlo-
Si a usted le hicieran la misma pregunta, ¿Cuál sería su respuesta? ¿Qué cosas pasarían por su mente? Andamos tan prevenidos que, sin lugar a dudas, resultaríamos metiendo a la nevera, a la pobre Jirafa, aunque fuera a pedacitos.
Le hicieron esta misma pregunta a un niño y él, sin dudar ni un instante y de forma inmediata, respondió: -Pues abro la puerta de la nevera y meto la Jirafa-. Y en seguida salió corriendo. El niño no dio rodeos a su respuesta, no enredó las cosas. Ellos en su inocencia ven las cosas sencillas. Sus mentes limpias y sus actitudes espontaneas, enternecen y conmueven, aún al corazón más prevenido y áspero.
Parece irónico, pero fijé mi atención en todo menos en que, si quería meter algo en la nevera, lo primero que debía hacer era abrir la puerta. Los adultos complicamos todo, lo racionalizamos todo. Igual hacemos con lo que Dios nos ordena en su Palabra, buscamos nuestra propia lógica. No aceptamos lo que Él nos dice, queremos siempre acomodar las cosas a nuestra vana manera de pensar y de vivir. Queremos agregarle ó quitarle a sus ordenanzas. Queremos que Dios haga las cosas a nuestro modo y no al suyo que si es Santo y Perfecto.
¿Quieres un cambio en tu vida? Abre primero la puerta de tu corazón, deja que Jesucristo tome el control de él y permite que el poderoso Espíritu Santo inunde con su presencia, todo tu ser. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.” Apocalipsis 3:20. ¿Te parece imposible que esto suceda? ¿Dios mismo habitando en el corazón del hombre? “Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.” Lucas 18:27.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque necesitamos, sin interesar raza ó posición social, convertirnos de todo corazón a ti y hacernos como niños, para poder contemplar tu rostro. Solo tú tienes el poder y la autoridad para transformarnos y purificar el corazón endurecido y hacer que en el more, tu Santo Espíritu. Lo que es imposible para nosotros, es posible para ti, eres el Dios de los imposibles. Que en nuestra conducta se revele esa sencillez infantil y que a semejanza de los niños, tengamos opiniones modestas de nuestra aptitud y sabiduría espiritual, fiándonos totalmente y de todo corazón a ti, en el glorioso y poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ