Nuestra relación tan cercana.
Íntimamente, tu espíritu en mi interior.
Acaríciame Señor
Con tus yemas suaves y frescas de tu viento.
Dame Señor hasta el aliento,
Con el aire recién naciente, fresco
Recién salido de tus hojas verdes.
Abrígame, lentamente
Con tus rayos de tu sol saliente.
Íntimamente voy ha escuchar tu melodía
En el bello canto de tus aves silvestres.
Límpiame, este cuerpo expuesto…
En tus ríos y vertientes.
Contémplame y déjame contemplarte,
En la belleza de las flores de campo,
En esos verdes pastos y paisajes.
Amarnos intensamente,
Con los padres y hermanos que me diste.
Y con bella ayuda… que me pusiste.
Y cuando sienta hambre
Voy ha disfrutar de un banquete,
De tus huertos y tus tierras fértiles
Disfrutando íntimamente…
Sintiendo a cada momento
Nuestra relación tan cercana.
Íntimamente, tu espíritu en mi interior.
Yo, y tu Señor en todo mi derredor.
Autor: Willan V. Castillo
“Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!”
Salmos 1:3 Nueva Versión Internacional.
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