¿ ES BUENA OPCION? CAMAS SEPARADA
Quizás nunca has considerado la posibilidad de dormir en camas separadas, quizás incluso sólo de pensarlo te asuste o te resulte ofensivo… pero dormir en camas separadas podría salvar tu matrimonio.
Si durmiendo en camas separadas se logra mejor descanso las cosas irán mucho mejor entre los dos el resto del día, pudiendo tener mucha mejor actitud y fuerzas para luchar por lo realmente importante: el amor y bien de pareja.
Muy posiblemente nunca lo has considerado realmente, pero los tiempos cambian, y como con todo, comenzamos a descubrir algunas alternativas que antes nos resultaban chocantes. Dormir en camas separadas puede salvar relaciones, pero para ello las dos personas implicadas en la relación tienen que decidirlo juntos, la elección tiene que ser de ambos. Dormir en camas separadas puede salvar muchas relaciones y dejando de lado las ideas preconcebidas que podamos tener de ello, debiéramos considerar esta opción. Al menos puedes probarlo y ver si las cosas mejoran, y si no es así, volver a dormir juntos en la misma cama.
Ambos deben estar de acuerdo:
La decisión de dormir juntos o separados (en diferentes camas) es una opción que ha de decidirse en pareja, hay que hablarlo. No debe ser una opción que una de las partes implicadas ha tomado, ha de ser una decisión conjunta, como todas las decisiones importantes de los matrimonios o parejas de hecho.
Poder decidirse a dormir separados requiere de madurez, especialmente en la relación, confianza el uno en el otro y deseos de hacer lo mejor para la otra persona y consecuentemente, para los dos.
Dormir separados y seguir enamorados:
Dormir en camas separadas no implica que el amor se ha terminado o que ya no se quiere estar juntos. Es un error pensar que si uno de los dos quiere dormir separados significa que ya no hay tanto amor como antes, que ya no se necesitan tanto como antes… No es así. Puede ser reflejo de lo contrario, de la madurez de la relación (mientras la desconfianza y el temor puede provocar que ni se considere la opción).
Se puede dormir separados y seguir enamorados, claro que sí.
El dormir separados puede mejorar la relación:
Por tradición, tendemos a asumir lo contrario, pero lo cierto es que durmiendo en camas diferentes la relación de pareja o matrimonio puede mejorar mucho.
El descanso es una necesidad básica de toda persona y ser vivo. Por lo tanto, el dormir las horas que realmente necesitas es algo fundamental. Muchas veces, por temor a ofender a nuestra pareja, no le comunicamos lo mucho que nos cuesta dormir a su lado, pero toda relación de amor que ha llegado a un importante punto de madurez y confianza, debiera poder enfrentar un problema así. Una pareja o matrimonio son dos personas que se aman, pero diferentes, cada cual con sus gustos, ideas, manías y necesidades. Un acto de madurez en la pareja es poder afrontar dichas diferencias para encontrarle solución y no ignorarlas y convivir con los problemas cuando estos pueden ser solucionados.
Algunos beneficios que puede aportar el dormir en camas separadas:
Principalmente, el descanso. Esto es un beneficio para ambas personas, no sólo para uno. Es importante que ambos duerman bien durante todas las horas que necesitan. Dormir antes: Muchas horas de sueño se pierden cuando la persona a tu lado está roncando tan fuerte que no consigues conciliar el sueño. En camas y habitaciones separadas este sonido desaparece o se hace más soportable. Dormir más seguido: Puede ser por los ronquidos, el calor corporal o por los constantes movimientos de la pareja… Estas cosas muchas veces interrumpen el sueño lo cual no es bueno para la salud especialmente cuando es algo del vivir diario.
Mejor humor. Ambos estarán de mejor humor cuando ambos consiguen dormir lo necesario. Esto sin duda puede ser el mayor beneficio que la pareja pueda recibir del hecho de dormir y descansar mejor en camas separadas. Nos irrita dormir mal, y aunque no nos demos cuenta, aun en el caso de que siempre pongamos buena cara y ganas de tener buena actitud durante todo el día, lo cierto es que la falta de sueño repercute negativamente sobre nuestro humor, nuestra habilidad de enfrentar los problemas diarios de pareja, trabajo y toda decisión que tenemos por delante. Una mente despejada y descansada es mucho más efectiva que la de un cuerpo que noche tras noche sufre para conciliar el sueño. Además, también mejora el humor de la persona que no tiene problemas conciliando el sueño (generalmente el que ronca que ni se entera de ello si no le dices). Si tú duermes mejor, su humor también será mejor, porque tu propio actitud afecta la de él. En una relación de pareja, cuando uno está mal, los dos están mal. Cuanto mejor esté cada cual, mejor estará la pareja. Se vive mucho más feliz con alguien que sonríe con la cara descansada que con quien aunque intente tener buena actitud el cuerpo se le resiente por no haber dormido bien. Lo que afecta a uno, afecta a los dos: eso es el matrimonio.
Si se duerme en camas separadas:
El tiempo de pasarlo juntos en intimidad no debiera faltar nunca. Cualquier relación que se precie disfrutará estando juntos. La cama es un sitio idóneo para esto cuando el sueño o la falta de sueño no se entromete, pero la biología es la que manda, y somos como somos. Sería una mala indicación en el estado de la relación que si no se duerme juntos no se está juntos… Si el único tiempo que realmente se comparte en pareja es el que se comparte en la cama (intentando dormir) hay un serio problema que debiera plantearse porque no están pasando más tiempo de intimidad juntos.
No obstante, el tiempo de pareja en la cama también es importante, y el dormir en camas separadas no debiera ser impedimento para esto. Una buena costumbre sería acostarse juntos y pasar un rato íntimo el uno con el otro. Puede ser una costumbre tan sencilla como ver 30 minutos de televisión juntos antes de dormir, y si los ánimos y la situación dan lugar a más, lo dará. Así, tras pasar un rato juntos, aunque sea sólo leyendo, cuando llega la hora de dormir (generalmente son los hombres quienes se duermen sin problema y rápido) se levanta y se acuesta en su cama (en un minuto lo escucharás roncar, pero a una distancia que hace el sonido mucho más aceptable y conciliable con el sueño).
Estar dispuestos a esto es estar dispuestos a hacer sacrificios por la relación, estar dispuestos a hacer lo que sea por la salud y el bienestar de las personas que amamos. No es prueba de que falte el amor, puede ser prueba de lo contrario: amor que sobrepasa los prejuicios tradicionales de lo que supone dormir separados.
Algunos ejemplos que llevan a dormir separados:
A ti te gusta ver la televisión hasta tarde, no puedes dormir temprano, en cambio a tu pareja le gusta estar totalmente a oscuras, que su hora de descanso es sagrada…
Las personas tenemos manías, tenemos defectos, y el amor en la pareja se trata de poder hablar todo sin que el otro se ofenda; muchas veces nuestros horarios no coinciden, si ella es una persona que trabaja de noche o lo es él, necesita de una habitación para descansar y tener buena cara para enfrentar un nuevo día. Las mujeres generalmente se quejan de que sus maridos roncan como osos hibernando y por ello apenas pueden conciliar el sueño. Eso la lleva a no tener una buena sonrisa en la mañana, pues no ha podido dormir; muy por el contrario, él se queja que su mujer se pasa de una película en otra por la noche y que se mueve mucho, eso le desespera y todo acaba en una pelea por cosas tan normales como estas.
Merece la pena considerarlo y hablarlo:
Pienso que si hay una buena conversación y lo hablan se darán cuenta que posiblemente sea la mejor opción por el bien de la relación. Dormir en camas separadas no quiere decir que el amor se acaba, al contrario es un voto de confianza para ambos. Al despertar ambos habrán tenido una noche placentera, influirá en el ánimo y consecuentemente también en el aguante y el amor del uno para el otro.
Con probar e intentarlo no se pierde nada, sólo puedes ganar; no hay que pensar que es el fin del amor, pues al contrario, puede ser el inicio de una mejor calidad de vida para ambos.
Los hechos están demostrando que muchos matrimonios están mejorando en sus relaciones gracias a este sencillo paso que tradicionalmente, por prejuicios, ha sido prácticamente impensable. Vivimos en otro tiempo que el de nuestros abuelos, ahora, en plenos siglo XXI por fin podemos dejar nuestros temores y prejuicios de lado para poner por delante nuestra salud y bienestar, se puede dormir separados y estar enamorados a la vez. Sólo es cuestión de actitud y querer vivir en armonía con nuestra pareja.
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