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General: ¿Cuánta Sal?
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 08/04/2014 11:57

¿Cuánta Sal?

2 Tim. 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

 

Tiempo atrás luego de visitar una congregación con la que compartimos varios días de actividad ministerial, observamos que nadie del pastor hacia abajo, tenía formación ministerial. Por ello sugerimos al pastor, cuerpo de líderes y obreros que se inscribieran en algún seminario donde haya referencias de sana doctrina, de modo de comenzar el estudio sistemático de la Palabra y recibir el entrenamiento en las distintas áreas que una congregación necesita. Hoy en día estas oportunidades de capacitación formal son en muchos casos gratuitas y hasta se pueden hacer a distancia, de modo que no hay limitaciones por el vivir apartado de las grandes ciudades, o por no tener el dinero suficiente.

Inclusive se abrió la posibilidad de que un pastor los visitara sin costo para la congregación, con el objetivo de darles dos materias de seminario por cuatrimestre en la misma comunidad.

Estas sugerencias fueron recibidas con entusiasmo por el grupo, y muchos se mostraron predispuestos a iniciar los estudios.

Sin embargo, días después me llamó por teléfono el pastor diciéndome que él (que como digo tampoco tenía formación académica) se había decidido a dar una serie de enseñanzas bíblicas a los obreros con frecuencia semanal, que por ser inspiración directa del Espíritu Santo, serían mucho más efectivas que el estudio en cualquier seminario.

No tengo autoridad para cuestionar la inspiración divina que este pastor pueda recibir, sin embargo, creo que el Señor ha puesto frente a nosotros las herramientas necesarias para nuestro entrenamiento, de modo que seamos eficaces en nuestra tarea, en una sociedad con desafíos cambiantes y enormes luchas espirituales, que exige líderes preparados.

Hoy mi ciudad amaneció con una densa niebla, y verme envuelto en ella me lleva a pensar en cuánto necesitamos como miembros del cuerpo de la Iglesia de Cristo el cayado del pastor levantándose para mostrarnos la dirección. Claro que para ello es indispensable que esa guía sea levantada por una persona idónea en lo espiritual y también en lo intelectual.

Leía en un libro de ilustraciones para apoyo a disertantes y conferencistas cristianos (1) que un predicador que había sido invitado para predicar en una iglesia rural, escogió como su texto clave aquel pasaje del Sermón del Monte que dice: “Vosotros sois la sal de la tierra.” A medida que predicaba se iba llenando de entusiasmo, siendo una de sus frases más brillantes:

“Amado hermano mío, jamás olvides las palabras de nuestro Señor, de que somos sal y sal fuerte; pero si te descuidas no podrás ser como Dios dijo a Abraham: “sal de tu tierra y de tu parentela”.

La congregación escuchaba en silencio pensando: ¡Cuánto sabe de Biblia este hermano!

Me pregunto si aquellos que asumimos responsabilidades ministeriales en nuestras congregaciones, estamos realmente preparados para ser fuente de sana doctrina, para aconsejar y que al hacerlo estemos dando en el blanco, haciendo foco en la solución a la real necesidad del aconsejado. Si cuando nos paramos frente a nuestra clase bíblica como maestros o en el púlpito como predicadores, realmente como decía Pablo a Timoteo, lo hacemos como obreros aprobados, que no tenemos de qué avergonzarnos ante Dios, siendo auténtica fuente de palabra de verdad.

Claro que las respuestas seguramente están en tu corazón. ¿Estás tan preparado como aquel predicador que confundió el sustantivo “sal” con la conjugación del verbo “salar”?

Con todas las herramientas que el Señor pone frente a nosotros hoy en día en occidente, no tenemos excusas.

Dios te bendiga.

HÉCTOR SPACCAROTELLA

tiempodevocional@hotmail.com

Río Gallegos, Argentina

(1)    Alfred Lerin: “Quinientas Ilustraciones””



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 10/04/2014 04:57
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