Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: Dios, te doy un plazo
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 27/06/2014 12:44

Dios, te doy un plazo

 
Dios, te doy un plazo
 
Le decimos: 'Si de aquí a tal día no me respondes, entonces haré esto o aquello...'

No podemos negar que a veces andamos a la ligera queriendo meter a Dios por la fuerza en nuestros deseos.
 Ante lo que creemos una falta de respuesta de su parte, nos atrevemos a ponerle un plazo.

Le decimos:  Te doy tantos meses para que me contestes. Si de aquí a tal día no me respondes, entonces haré esto o aquello. 

Es así como tratamos de manipular al Señor con descaro.

Es más, públicamente lo retamos haciendo público nuestros deseos en la reunión de oración.

Ponemos testigos entre él y nosotros, como queriendo forzar aún más que nos conceda lo que pedimos. Y si de alguna manera lo hace y su respuesta no es de nuestro agrado, volvemos a ponerle otro plazo, creemos que no nos ha entendido, o que está sordo y no nos oye. Repetimos y repetimos el ruego como quien juega al solitario y no le sale a la primera.

Al final, hacemos lo que queremos y nos sentimos justificados puesto que el que había de contestar no lo ha hecho. No nos importa nuestro sentido común, las manifestaciones del Espíritu que se producen a nuestro alrededor.

O somos nosotros los sordos pues, aunque intuimos que lo que queremos no es lo correcto, queremos que venga Dios en persona a decírnoslo. O sea, que lo que se nos mete en la cabeza en un principio, lo llevamos a cabo hasta el final. Porque sí, porque es nuestra voluntad.

Estos plazos son engañosos ya que se entremeten en la fe, la esperanza y la cordura.

¿Quienes somos para poner límites o plazos al Señor de todos los tiempos?
 


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 29/06/2014 03:41


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados